Aprendamos la lección: ley, diálogo y renovación

Los Puigdemont, los Junqueras, las Rovira, y toda su corte, después de haber jugado con quienes confiaron en ellos, ahora dicen que no habían calculado bien, que no estaban preparados, que no aplicaron bien los tiempos, que no había apoyo social suficiente, que no esperaban que el Estado reaccionara así, que lo que pretendían era forzar la situación para que Madrid negociara...

Y ahora, después de saltarse todas las leyes, después de provocar una grave ruptura en la sociedad, de haber conseguido que más de 2.000 empresas se marcharan, de haber utilizado el dinero público en un 'procés' inútil e ilegal, haciendo falta para otras cosas, de haber empobrecido el país, de haber condenado a muchos jóvenes a enfrentarse a un paro que crece por encima del resto de territorios, de haber mentido a sabiendas de que su proyecto era imposible ... Ahora, como si no hubiese pasado nada, como si la cosa hubiese sido un desliz sin importancia, como si ellos no fueran responsables de todo este desastre que desangra Catalunya, etcétera, se vuelven a presentar para intentar seguir manejando el destino de un territorio al que han hundido social y económicamente, sin la más mínima señal de sonrojo y sin ni siquiera pedir perdón a sus seguidores por el fracaso.

Esto solo pasa aquí. No hay peor ciego que el que no quiere ver, y es muy probable que muchos de los engañados vuelvan a confiar en ellos. Una pena. Pero estoy seguro que otros muchos que hasta ahora no votaban, en esta ocasión, llenarán las urnas para dejar claro que la ciudadanía catalana, en su mayoría, lo que quiere es tranquilidad, buena convivencia y trabajo para ellos y para sus hijos.

Catalunya ha de recuperar el 'seny'. Que lo sucedido nos sirva de lección a todos y aprendamos de una vez que la ley se ha de respetar y que las cosas se arreglan hablando y cediendo cada uno parte de lo suyo. Y estaría bien que nuestros políticos aprendieran a dar paso a otros cuando su gestión ha sido nefasta para el ciudadano. Se lo agradeceríamos mucho.