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Aprendamos a agradecer lo que tenemos

Una mesa vestida para Navidad.

Una mesa vestida para Navidad. / EL PERIÓDICO

Se acerca la Navidad y repartiremos cantidad de buenos deseos y felicitaciones. También podríamos practicar algo importante que podemos hacer cualquier día del año: agradecer. Somos muchos los que tenemos la costumbre de quejarnos y lamentarnos por lo que no tenemos. Lo hacemos en público y en solitario con ayuda de nuestros pensamientos. Para ser felices tenemos que invertir la costumbre y agradecer todo lo que sí tenemos. Si queremos probarlo, pero no sabemos con qué comenzar podemos ensayar con algo que hacemos diariamente: alimentarnos.

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En ocasiones manifestamos satisfacción, y lo agradecemos diciendo que, hemos comido muy bien en tal o cual sitio, o en casa, refiriéndose a comer lo que apetece en ese momento; otros dan prioridad a la presentación del plato; los hay que consideran importante una combinación adecuada de los alimentos; algunos, que los alimentos sean biológicos, de proximidad, y también hay quienes manifiestan haber comido bien si ha habido cantidad y variedad de aperitivos, primeros y segundos platos, postres, vinos, licores...

Pero deberíamos añadir otra clase de agradecimiento, porque, aunque en un pispas nos comamos lo que tenemos en el plato, las viandas no llegan a él por arte de magia. Deberíamos tomar conciencia de todo y todos los que han hecho posible que esos alimentos estén en nuestra mesa. Dedicar unos segundos (mejor algún minuto) antes de comer para agradecer. Unos ejemplos:

- Gracias, al sol, el agua, la tierra. Sin ello, no habría comida, ni vida.

- Gracias a los insectos que polinizan, abejas y demás: son imprescindibles y debemos cuidarlos, ya que para que existan los vegetales son fundamentales.

- Gracias a los agricultores: de su duro y mal pagado trabajo, salen los productos y la materia primera para casi toda nuestra alimentación.

- Gracias a nuestros órganos que procesan esos alimentos: su cuidado es importante. Evitar los alimentos que contienen productos nocivos y no forzarlos con excesos los mantendrá más sanos. 

- Gracias a las personas que han elaborado y servido los alimentos, industriales, cocineros, cocineras, camareros, mamás, abuelas (ellos trabajan para que ese alimento nos deleite).

Y, lo más importante de todo, desear de corazón y hacer todo lo que esté en nuestras manos para que todas las personas del mundo puedan agradecer como nosotros, por tener alimentos suficientes.

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