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Ada Colau y Manuela Carmena, ejemplo de diálogo

Las alcaldesas de Barcelona, Ada Colau, y de Madrid, Manuela Carmena, en una imagen de archivo.

Las alcaldesas de Barcelona, Ada Colau, y de Madrid, Manuela Carmena, en una imagen de archivo. / FERRAN SENDRA

Marta Herrera Pardo

Me gustaron mucho, hace unos días en el programa de televisión 'El Intermedio', las alcaldesas Ada Colau y Manuela Carmena hablando sobre el tema de la independencia de Catalunya. Porque es verdad eso de que hay que hablar más y mejor, y no caer en la trampa del orgullo. Se puede ser independentista, ¡claro!, pero, antes que eso, se ha de ser demócrata y buscar soluciones políticas y, sobre todo, pacíficas.

Aquello de "Paz y amor" de los hippies sería bueno aplicarlo ahora que las cosas se han salido un poco de madre. Todos estamos pasando por distintas fases con el tema del 'procés'. Unos se han atrincherado en la independencia como si fuera la salvación, y otros en ir contra ella como si fuera la peste. No, no creo que sea la salvación, ni mucho menos la peste. Pero sí creo que somos muchos los que apostamos por el diálogo y el consenso. Y como bien decían Ada y Manuela, las crisis, en democracia, hay que combatirlas con más democracia. Pues sí, igual un poco de "Paz y amor" no estaría mal, en esos tiempos de tanta impotencia y rabia, porque cargar con ese peso no es un buen comienzo, ni tampoco un final feliz. Es mejor relajarse, tomarse un tiempo y, si hace falta... hacerse un poco hippy.

Se han hecho muchas bromas con el tema del 'procés', porque es verdad que da para mucho, y reconozco que yo he sido muy crítica y me he reído un montón. Pero también reconozco que no es justo reírse de algo por lo que mucha gente está luchando, y está convencida de que es bueno. Aunque creo que no basta con eso para pedir la independencia, no basta con tener un sentimiento o un sueño. Un país no se construye de ilusiones: aunque son esenciales en la vida, no se vive de ellas. Pienso que debería gestionarse mejor este tema, sin tanto dramatismo... No creo que se vaya a ninguna parte cuando la cuerda se tensa tanto, entre unos y otros. Simplemente se rompe. Pero hay dos cosas irrompibles: la paz y el amor... Y no hace falta ser hippy para saberlo. Porque Ada, Manuela y muchos más, hippies o no, también lo sabemos.

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