26-J: iré a votar con la misma ilusión

Tengo 18 años, el 20-D me llenaba de alegría poder votar por primera vez y más aún con el amplio abanico de partidos que se presentaban. Muchos, después de estos cinco meses, pueden pensar que mi voto y el suyo se tradujeron en lo que literalmente es: meter en un sobre un papel, echarlo a una urna y fin, sin valor alguno más que marear a los españoles y cortar la esperanza a todo aquel que como yo votó con ilusión.

Aunque yo también esté harta de escuchar que no se ponen de acuerdo, no pierdo la esperanza y creo que las pasadas votaciones sí que sirvieron de algo. Nos dimos cuenta de que la 'nueva derecha' no quiere separarse de su pariente, ese gobierno que nos recortó hasta las pestañas; que el partido fundado por el marxista Pablo Iglesias en 1879 ahora tiene poco de marxista; que ese ansia por ocupar sillones no lleva a ninguna parte y que una vez más el partido de Alberto Garzón ha sido injustamente azotado por la ley electoral.

Ahora los propios políticos sin quererlo nos han abierto la mente para votar viendo la realidad. Yo volveré a votar con la misma ilusión.