GENTE CORRIENTE

Preben Nielsen: «Lo que más teme el poder es que la gente pierda el miedo»

Este profesor de Historia danés vino expresamente a Barcelona para vivir en persona el referéndum del 1-O

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zentauroepp40397718 barcelona 02 10 2017 contra preben nielsen profesor danes171003215442 / CARLOS MONTAÑÉS

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Gemma Tramullas
Gemma Tramullas

Periodista

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Cuando el pasado 9 de junio se anunció la celebración de un referéndum de independencia en Catalunya para el 1 de octubre, Preben Nielsen corrió a comprar un billete de avión para estar ese día en Barcelona. Este danés de aspecto bonachón fue profesor de Historia durante 37 años en institutos de Copenhague y su interés por los procesos revolucionarios y de autodeterminación le ha llevado a estudiar los casos de Irlanda, Tibet, Palestina, Quebec, Kurdistán, Kosovo y, ahora, Catalunya.

–Como historiador, ¿es posible no tomar partido en este tipo de conflictos? Sí, aunque personalmente no puedo hacerlo. Yo no interpreto la historia solo como una lucha entre grupos sociales, como Marx, sino también entre grupos nacionales y étnicos que se sienten oprimidos por gobiernos centrales. 

–Horas después del referéndum, una influyente periodista de la radio más escuchada en España lo calificaba de «cabalgata». Eso es claramente tomar partido.  También me sorprendió ver cómo la tele pública española repetía la imagen de un cristal roto supuestamente por independentistas, mientras la catalana emitía las cargas policiales.

–¿Usted milita en algún partido? De joven fui anarquista, pero me duró poco. En los años 70 era del Partido Socialista de Izquierdas danés, pero ya no milito. Los partidos proclaman grandes cosas y al llegar al poder no las cumplen. Me desencanté  de las ideologías, que no significan nada, y ahora soy un espectador independiente. 

–¿Qué es lo que más le ha sorprendido de lo que ha vivido en Barcelona? Me esperaba la represión e incluso que detuvieran a Puigdemont, como pasó con Companys en 1934. Pero no pensaba ver tantísima gente corriente saliendo a la calle.

–¿Por qué? En Copenhague solo salen a la calle 100 o 200 anarquistas. Yo me alojaba en el Poble Sec y fui a tres colegios del barrio protegidos por cientos de padres y vecinos. Hablé con mucha gente, incluido un votante del no que defendía su derecho al voto. Esto no lo había visto nunca y es muy bueno.

–La primera vez que visitó Barcelona fue en 1977. ¿Qué cambios ha percibido? En 1975 viajé a Portugal porque intuía que allí iban a pasar grandes cosas, pero los militares de derechas tomaron el poder. En 1977 creí que los grandes cambios se producirían en España, pero el partido de Felipe González absorbió todo ese potencial. Ahora veo mucho más optimismo. La gente ha perdido el miedo, se nota que han pasado 40 años desde la muerte de Franco. Esto es fantástico porque lo que más teme el poder es que la gente pierda el  miedo.

–¿Qué potencial de cambio profundo cree que tendrá lo que ocurrió el domingo? Creo que tendrá grandes repercusiones no solo en España sino en el desarrollo de Europa en los próximos 10 o 20 años. ¿Seguiremos teniendo una Europa centralizada y controlada desde Berlín y Bruselas? ¿O tendremos una Europa diversa, con una estructura más federal que permita desarrollarse también a los nuevos estados?

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–¿Se atreve a apostar? Bueno, el hecho de que Escocia sea el territorio más proeuropeo del Reino Unido es una pista de lo que puede pasar.

–Usted ha sido testimonio directo de muchos procesos de autodeterminación. ¿Qué tienen en común? Hay un hilo que los conecta a todos: primero, la gente tiene la sensación de ser oprimida por un poder central y segundo, conservan ese espíritu durante generaciones, como vascos y catalanes. Tras largos periodos de silencio, de vez en cuando ese espíritu reaparece con fuerza. Ese momento es aquí y ahora.