LA CAMPAÑA DE OBAMA DESDE DENTRO

Junto a fotos de Eleanor Roosevelt

Sede de Mujeres Demócratas, en Washington DC.

Sede de Mujeres Demócratas, en Washington DC. / periodico

Montse Prats

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Llega otro de losvoluntarios que ha estado realizando llamadas y le enseña lasfichas a una de las coordinadoras.Amandale da las gracias, les echa una ojeada y me las da para que las introduzca en la base de datos. "¿Cómo ha respondido a la llamada? ¿Apoya a Obama? ¿Qué temas le preocupan? ¿Votará por anticipado?..."

Me imagino un punto en el mapa: el equipo de la campaña demócrata deldistrito electoral 2 de Washington DC enviando información hacia la sede central deObamaenChicago y cómo éste, miles de puntos en todo el país. Estos días se incide de forma especial en las preguntas sobre el voto: a qué hora tiene previsto ir a votar y también sobre el voto anticipado. Esta semana tendremos una charla sobre esto con algunos estrategas de campaña.

Las oficinas de los 'wards' 1 y 2 están situadas en la sede deMujeres Demócratas, un edificio imponente de madera noble que se alza en el pleno centro del barrio gay deWashington. En sus salones de estilo victoriano cuelgan fotos deEleanor Roosevelto copias de la declaración de Derechos Humanos y puedes imaginarte a la reina tomando el te sentada en alguno de esos sofás.

Estos días, sin embargo, las salas albergan a los voluntarios de la campaña porObamay porKeine, el candidato al Senado. En la planta baja está la mesa del llamado 'phone bank', donde los voluntarios que realizan las llamadas recogen su teléfono, luego suben a la segunda planta donde alguna de las coordinadoras les da una lista de contactos a los que deben llamar y se reparten por las diversas habitaciones.

Desde el ala oeste del edificio me llegan fragmentos de algunas de las conversaciones telefónicas. Uno de los voluntarios se acerca aAmanda:"Hay una señora en elsalón Emily Blairque nos pide que bajemos la voz".Virginia, una mujer de más de 80 años, suele venir cada día a leer sentada en el sofá rosa, es una de las miembros más veteranas y ha saludado a demasiadospresidentes como para dejarse impresionar por laemoción de las elecciones. Amanda asiente con respeto y se acerca con una sonrisa a atender a nuevosvoluntarios. No debe de tener más de 24-25 años pero no son sus primeras elecciones.

Hoy veo nerviosismo, algunasencuestas hablan de una diferencia mínima, prácticamente de un empate técnico. Y los medios de comunicación ya calientan motores para el debate de vicepresidentes. LosJóvenes Demócratashan organizado una fiesta para seguirlo desde un bar. No sé si nos espera un buen debate, pero pizza y cerveza seguro que sí.