ERC. ORIOL JUNQUERAS

El sueño de ser segundos para afianzar el referendo

Oriol Junqueras.

Oriol Junqueras.

XABIER BARRENA

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Si hay una gráfica que resume la trayectoria de ERC es la sinusoidal. O montaña rusa. Tras el batacazo del 2010, ERC se halla en plena fase de subida. Eso sí, las sensaciones de las últimas semanas se han multiplicado y más de uno sueña con llegar a ser la segunda fuerza en el Parlament. Su candidato, Oriol Junqueras, se ha hartado de repetir que no es el objetivo de su partido maximizar el número de sus diputados, sino contribuir decisivamente a que se lleve a cabo la consulta de autodeterminación que promete Artur Mas. Esquerra se presenta como el seguro de que CiU, sobre todo si la federación no alcanza la mayoría absoluta, no se eche para atrás «en la primera curva», como le gusta decir al propio Junqueras.

El candidato de ERC ha basado su primera campaña, tras suceder a Joan Puigcercós hace 18 meses, en un discurso eminentemente social, siempre, eso sí, enmarcado en las ventajas que tendría la independencia de Catalunya para todos sus ciudadanos. Eso y la caída en barrena de los socialistas en las encuestas han alentado la euforia en las filas republicanas, como se ha podido comprobar en el lleno diario del aforo en los mítines.

Esquerra ha utilizado también esta campaña para romper con la pesada losa del tripartito. No ha dudado Junqueras en anteponer el ideal independentista a la simple suma de fuerzas contra CiU, como tampoco ha dudado en morder la bolsa de votos de los que una vez fueron los socios de ERC.

PALOS Y ZANAHORIAS A CiU / Con CiU ha combinado advertencias y respaldos. En las primeras cabe situar no solamente la vigilancia que dedicará al proceso soberanista, sino también, en lo social, la promesa de que ejercerá «una oposición dura y contundente». Una afirmación con la que, a la vez, busca sacudirse la acusación, esbozada por ICV-EUiA, de que ERC es el monaguillo de CiU.

Entre los apoyos a la federación cabe incluir la aceptación tácita del liderazgo de Mas y , sobre todo, el respaldo alpresidenten su contencioso con algunas estructuras del Estado y con el diarioEl Mundoa raíz de la publicación en este rotativo de un presunto caso de corrupción de Mas y de la familia Pujol-Ferrusola.