Assumpta Serna: "He conocido el Eixample con los ojos de mi padre"

Su padre era de Sants y su madre, del barrio de la Sagrada Família. Y en el número 163 de la avenida del Paral·lel, Assumpta Serna (Barcelona, 1957) vivió con ellos hasta la edad de 7 u 8 años. Fue al parvulario Forestier, que estaba junto a lo que hoy es el Institut del Teatre. El teatro era a lo que ella quería dedicarse. Para lograrlo, tuvo que pactar con su padre compaginar los estudios dramáticos con una carrera universitaria. Y escogió Derecho.

A los 18 años, inició ambos estudios, "pero el teatro era mi lugar", dice. "Era el lugar de la gente comprometida y un espacio con libertad de expresión", añade Serna. Participó en la apertura del Teatre Grec, en 1976; del Born, como espacio de interpretación teatral y musical, y en la creación de la asamblea de trabajadores del espectáculo, entre otros acontecimientos. "Fue una época muy bonita, en la que entre todos lo hacíamos todo. Le encontrabas sentido a la vida, y comunicabas, concebíamos teatro, cine y toda manifestación artística con su componente de servicio a la sociedad", añade.

"Yo me siento responsable de los papeles que elijo, como reflejo de actitudes de una sociedad y de ideologías que pueden cambiar a la gente. Creo que este es el porqué del actor", puntualiza Serna, que protagoniza la película Red de libertad, dirigida por Pablo Moreno.

Los Ángeles, París, Roma...

Esta vecina del barrio de Sant Antoni, en el Eixample, ha vivido en muchas ciudades. Pasó 12 años en Los Ángeles. También ha residido en París, Roma, Buenos Aires y Madrid. En este último destino puso en marcha en el 2006 un máster, con la Universidad Rey Juan Carlos y la Real Escuela Superior de Arte Dramático, que salva el vacío en las escuelas de teatro sobre formación específica de los actores en cine y audiovisuales. En eso nació especializada su escuela, www.escuelaassumptaserna.com. Y de ahí derivó First Team, la fundación que Serna preside (www.fundacionfirstteam.org). Tiene como misión profesionalizar el sector audiovisual a nivel internacional. Y lo hace bajo el paraguas de un código ético que pasa por el reconocimiento del actor como autor y creador, y por la integración de la discapacidad, este año con especial atención a las personas sordas.

Lo humano en el barrio

Tras más de 40 años de trabajo en 20 países, en seis lenguas, más de cien películas y 40 series, 25 premios de interpretación internacionales y 24 años como miembro de la Academia de Hollywood, la avanzada edad de sus padres la han acabado afianzando un poco más como vecina del Eixample, desde el año 2000. "Aquellas maravillosas caminatas por la calle de Sepúlveda y la Gran Via con mis primeros amores", que la actriz recuerda, distan en años y sensaciones en ese barrio que hoy disfruta. "De joven estás en el barrio en el que te ha tocado vivir, pero después lo descubres autónomamente", admite, quien encarna a sor Helena, la heroína de Red de libertad (se estrena el próximo viernes) que salvó a más de 2.000 personas de los campos de concentración en el norte de Francia.

Hace tan solo unos meses que su padre, Joan Rodés, un ingeniero industrial, falleció. Tenía 90 años, la actual edad de su madre. "Era muy sociable", comenta. Prueba de ello es que hoy la actriz respira en el barrio el cariño que su padre despertó en quienes regentan los comercios que ahora ella frecuenta. "He conocido el barrio a través de los ojos de mi padre", afirma quien acaba de finalizar el rodaje de Bernarda, de Emilio Barrachina, y adaptación de la obra de Lorca.