Modernismo ecológico

Espacio y luz 8Uno de los apartamentos para turistas de Trafalgar, 39.

Espacio y luz 8Uno de los apartamentos para turistas de Trafalgar, 39.

SÍLVIA ALBERICH
BARCELONA

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Antiguos y coloridos mosaicos que decoran el suelo, fundas de sofá hechas con sacos de café, asientos de cartón y perchas de madera que cuelgan de un hilo de la pared forman parte de la decoración de tres bed and breakfast (B&B) ecológicos emplazados en un bonito edificio modernista de Trafalgar, 39.

Los 250 metros cuadrados que ocupaba un inmenso piso de la tercera planta se han reconvertido en tres amplios y diáfanos espacios que, desde julio del 2014, acogen hasta 16 huéspedes y constituyen yök Casa + Cultura (helloyok.com), una nueva manera de alojarse en Barcelona que huye del turismo masivo e irresponsable.

«Yök viene de lloc, que significa lugar, y pretende que quien nos visite se sienta como en casa», explica Petz Scholtus, diseñadora y una de las socias del B&B, inspirado en su casa ecológica del barrio Gòtic de Barcelona. «Ofrecemos tres apartamentos con habitaciones y baño independientes, pero con salón y cocina compartidos», añade Scholtus, nacida en Luxemburgo pero residente en Barcelona desde hace más de una década.

Emplazamiento clave

Además de los singulares elementos que forman parte de los tres B&B (dos de ellos acogen a cuatro personas y cuestan 240 euros la noche, mientras que el que tiene capacidad para ocho vale 480), yök ha tenido en cuenta otros aspectos ecológicos y ofrece en sus estancias iluminación led, contenedores de reciclaje y cestas para ir a comprar en lugar de bolsas de plástico.

«El apartamento fue como un sueño por el que mereció la pena quedarse», explica Joanna Erving, una estadounidense que pasó unos días de vacaciones en Barcelona y se hospedó en yök. Parecida sensación experimentó a finales del pasado diciembre Julio Delva, un belga que se alojó por negocios: «Aquí te sientes como si fueras de Barcelona. Me quedaré en yök cada vez que vuelva".

La compañera de Petz en esta aventura sostenible es María José Rodríguez, experta en gestión hotelera, a quien conoció a través de un amigo común. Para ella, el emplazamiento es clave: «Este edificio modernista es de 1900 y representa una de las épocas de mayor esplendor barcelonés y hemos recuperado parte de ese patrimonio».

En el ático se encuentra la recepción, la cocina y una impresionante terraza que ofrece unas vistas privilegiadas de la ciudad, desde Collserola a Montjuïc. Allí se sirven los desayunos, elaborados con productos locales, y también es el punto de encuentro de los turistas y donde se realizan actividades como una exposición de mosaicos el año pasado.