energía limpia

Repsol invierte 80 millones en dos nuevas plantas 'verdes'

Las instacaiones producirán combustibles sintéticos y gas a partir del CO2, agua y residuos urbanos

Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol.

Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol. / periodico

Max Jiménez Botías / Sara Ledo

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El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha presentado este lunes dos proyectos industriales de descarbonización que la compañía desarrollará con la participación de socios nacionales e internacionales. Las instalaciones, que estarán situadas como primera opción en el puerto de Bilbao y su entorno, supondrán una inversión inicial de 80 millones de euros, aproximadamente. El objetivo de Repsol es avanzar en la transición energética y acercarse a las cero emisiones netas en el año 2050.

La empresa energética ha señalado que la inversión supone un nuevo ejemplo de la necesaria colaboración público-privada para "afrontar retos como el de la lucha contra el cambio climático e impulsar al sector industrial de valor añadido como una de las claves para lograr una rápida recuperación económica".

El primer proyecto, en el que se invertirán 60 millones de euros, supone la construcción de una de las mayores plantas de producción de combustibles sintéticos con cero emisiones netas del mundo a partir de hidrógeno verde, generado con energía renovable. La principal característica de estos combustibles es que se producen con agua y CO2 como únicas materias primas. Podrán utilizarse en motores de combustión como los que se instalan actualmente en los automóviles en España y en todo el mundo, y también en aviones, camiones y en otras aplicaciones.

Socios energéticos

Los socios de Repsol son Petronor, uno de los principales centros industriales de España, y el Ente Vasco de la Energía (EVE), referente público en transición energética. La instalación, que estará totalmente operativa en un plazo de cuatro años, será una referencia en Europa, a juicio de Repsol, por la tecnología puntera aplicada y por el uso del CO2 capturado en la cercana refinería de Petronor. Su desarrollo supone un reto tecnológico para el centro de investigación Repsol Technology Lab, que se encuentra en Móstoles. Combinará el hidrógeno verde −energía 100% limpia al ser generada a partir de fuentes renovables−, y situará a Repsol a la vanguardia del desarrollo de los combustibles de cero emisiones netas.

En una primera fase, se obtendrán 50 barriles al día de combustible sintético, con cero emisiones netas de CO2 en todo su ciclo productivo. Este año ya se empezará con la ingeniería conceptual del proyecto. Petronor es la única refinería de la Península Ibérica y una de las pocas de Europa que ha integrado procesos de captura, almacenamiento y uso del CO2 y está previsto que pueda realizar captura directa del aire.

Planta de generación de gas

El segundo proyecto, que se ubicará junto al primero, también en el puerto de Bilbao y su entorno como opción prioritaria, supondrá una inversión inicial de 20 millones de euros, liderada por Petronor, y consistirá en una planta de generación de gas a partir de residuos urbanos. Este gas se empleará para sustituir parte del consumo de combustibles tradicionales que la refinería vasca, una de las de mayor capacidad de España, utiliza en su proceso productivo.

Esta segunda iniciativa responde a la estrategia de Repsol de impulsar la economía circular, que se aplica en muchas de las fases del ciclo productivo de la compañía a través de la tecnología y la innovación. Repsol ya ha puesto en marcha más de 200 proyectos en este ámbito, que ha establecido como una de las palancas para alcanzar las cero emisiones netas en 2050. En una primera fase, esta planta de pirólisis podrá procesar unas 10.000 toneladas al año de residuos urbanos y su capacidad podrá ampliarse en fases posteriores hasta 100.000 toneladas al año, aproximadamente, el equivalente a todos los residuos urbanos del entorno.

 En palabras de Josu Jon Imaz, “estos proyectos demuestran la importancia de mantener la neutralidad tecnológica a la hora de buscar las alternativas necesarias para la descarbonización, teniendo en cuenta todas las soluciones tecnológicas posibles para tener éxito en la lucha contra el cambio climático, sin prejuicios, apostando por aquellas que contribuyan a nuestros objetivos de forma más eficiente y sostenible, y apoyando nuestra industria”.Con este proyecto, la industria española se convierte en un actor relevante en la reducción de emisiones en Europa”, ha añadido el Consejero Delegado. 

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