Energía

Las pequeñas eléctricas 'roban' más de dos millones de clientes a las grandes

Contadores de electricidad.

Contadores de electricidad. / ACN

Sara Ledo

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las pequeñas compañías de luz como Feníe Energía, Podo, Holaluz, Audax o Altro Energía comienzan a comer clientes a las grandes comercializadoras eléctricas –Endesa, Iberdrola, Naturgy, Viesgo (ahora Repsol) y Edp- al alcanzar los 2 millones de contratos de la luz al cierre de 2018. Una cantidad todavía pequeña, si se tiene en cuenta que en España hay 29 millones de suministros eléctricos, pero que supone un punto de inflexión en un sector tradicionalmente inmóvil.  

En el total, las pequeñas empresas eléctricas cuentan en su cartera con 1,7 millones de clientes domésticos236.209 pymes y 29.594 industrias y una cuota de mercado que alcanza el 11,2% del mercado libre, lo que supone un crecimiento de 3,5 puntos porcentuales con respecto a la que tenían en el año 2016 (un 7,7%). Unas cifras, facilitadas por la comercializadora Podo Energía en base a los datos proporcionados por más de 200 comercializadoras a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que demuestran un crecimiento incipiente de un segmento de mercado que encadena 21 trimestres consecutivos al alza.

Así, desde que se completó la liberalización del sector eléctrico , en el año 2009, ha habido un gran trasvase de contratos del mercado regulado –mercado tradicional en el que están las grandes compañías: Endesa, Iberdrola, Naturgy, Viesgo (ahora Repsol) y Edp- al mercado libre que ya cuenta con 18 millones de clientes en cartera (60% de la cuota de mercado). En este último, además de las grandes comercializadoras citadas y de CHC Energía, hay cientos de pequeñas empresas que 'venden' electricidad.

Ya captan uno de cada cuatro cambios

En el último trimestre de 2018, las comercializadoras independientes han conseguido hacerse con uno de cada cuatro clientes que se fueron de las eléctricas tradicionales, un récord materializado después de casi diez años de liberalización y tras un crecimiento muy lento. En el último año, estas compañías crecieron un 26% al arrancar a las tradicionales 423.307 contratos y pasar así de los 1,6 millones que tenían a finales de 2017 a los 2,03 a finales de 2018. 

De hecho, en los dos últimos años crecieron mucho más que en los últimos seis, al 'robar' un total de 739.769 clientes a las grandes compañías. Entre los motivos que encuentran en el sector para este dinamismo repentino es que hay un consumidor muy ávido de cambio –la electricidad suele ser uno de los servicios peor valorados por los españoles, según el barómetro de consumo de la CNMC-, el hartazgo propiciado por los elevados precios de los últimos tiempos en el mercado de electricidad y la llegada de nuevas propuestas.

Nichos de mercado

Una de las comercializadoras que más crece es Holaluz, pero también otras como Podo, Feníe Energía, Audax Energía, Aldro o Alterno. Lo curioso de las infinitas propuestas es lo variopinto de muchas de ellas, puesto que aunque todas tienen el objetivo de suministrar electricidad cada una lo hace a su manera. Así, por ejemplo, Fenie Energía es conocida por su venta a través de una red de instaladores que van a la vivienda a dar de alta el suministro eléctrico, Holaluz y Podo apuestan por la venta online y la energía cien por cien renovable con cero emisiones y Alterno trabaja con The Phone House y utiliza el modelo online y offline de contratación.

Pero hay infinidad de ellas -más de 500 según la lista de la CNMC-. Entre ellas, propuestas como la cooperativa catalana Som Energía que apuesta por la fórmula societaria para comercializar la energía; Respira Energía que, según explican en su web, por cada cliente que se mantiene más de 18 meses en la compañía plantan un árbol y ya cuentan con 4 hectáreas plantadas de alzinas y albaricoques; o Marina d’Or Energías, del grupo vacacional, que se dirige al segmento de empresas e industria.