Previsiones

La economía catalana se desacelerará en 2018 debido a la caída del turismo

Un informe del BBVA prevé un crecimiento del 2,1%, casi un punto por debajo que en 2017, y señala al contexto político y a los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils

Turistas en la Sagrada Família.

Turistas en la Sagrada Família. / periodico

Max Jiménez Botías

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Se prevé que la economía catalana crezca el 2,1% durante este 2018 y el 2% en 2019, según el informe presentado ayer por BBVA Research –el servicio de estudios del banco del mismo nombre–, tras crecer a un ritmo del 3% en el 2017, lo que supondrá la creación de 136.000 empleos. Esta previsión, sin embargo, está entre tres y cuatro décimas por debajo de los formuladas por otros organismos, como el Idescat (3,4%) y la Airef (3,3%). Y es que la fuente de los datos son diferentes, según ha explicado el economista jefe para España del BBVA, Miguel Cardoso, durante la presentación del informe 'Situación Catalunya', y el peso de los distintos factores que inciden en el análisis del PIB, también lo es, según quien realice la estimación.

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En el caso del análisis del BBVA, el factor turístico tendrá repercusión en la ralentización de la economía catalana. Destaca el informe que "el impacto por los atentados sobre el gasto privado en Catalunya se corrigió en pocas semanas, pero los efectos sobre el turismo podrían ser  más elevados. Durante el próximo año, las visitas de turistas extranjeros podrían ser hasta de un 2% inferiores a lo que se hubiera observado en un entrono en el que no se hubiera producido atentados", destaca el informe.

El informe habla del impacto de los atentados del mes de agosto como de la incertidumbre política en la ralentización del crecimiento. Afirma que los atentados tuvieron un efecto negativo sobre el gasto, que fue más elevado para los turistas extranjeros y afectó en menor medida, en el gasto de los residentes. sin embargo, "el impacto a corto plazo parece haber sido limitado". En este sentido, apunta que el gasto realizado con las tarjetas de crédito del BBVA cayó un 4,3% en el mes siguiente a los atentados. El análisis del banco sobre los efectos de la situación política se cuantifica a partir de la comparación del IBEX 35 con otros indicadores europeos en los meses de septiembre a diciembre. La evolución del indicador español es sensiblemente peor, destaca el informe.

No es esta la única fuerza negativa que incide en la desaceleración del crecimiento, según el BBVA. La reducción de la demanda embalsamada durante la crisis, la leve recuperación del precio del petróleo o el agotamiento del recorrido a la baja en los costes financiación, además de una menor tensión geopolítica en los países competidores en turismo, incidirán en una peor evolución de la economía catalana.

Incertidumbre política

Sin embargo, en las incertidumbres que pesan sobre la política económica, los efectos sobre el turismo parecer ser más persistentes y se añade un intenso efecto en el consumo, se pone de manifiesto, "aunque de corta duración", se subraya. Además, algunos indicadores anticipan un efecto sobre la inversión, que podría trasladarse a una menor actividad en próximos trimestres. El estudio considera que el incremento de la incertidumbre podría reducir el crecimiento has siete décimas en el 2018 y hasta medio punto en el 2019.

La caída de la actividad que prevé el departamento de análisis del banco se realiza aún tras considerar que no habrá decrecimiento en la afiliación a la seguridad social, con lo que teóricamente no habrá efecto sobre el empleo. Y es que, en buena parte, el crecimiento de la catalán se sustenta particularmente en las exportaciones que han seguido creciendo, un 8,9% hasta el mes de noviembre del 2017. "la recuperación de la economía europea y la mayor apertura comercial actuarán como respaldo del dinamismo exportaros en el 2018", apunta el informe.