1.322 millones de viajeros marcan el nuevo récord en el turismo internacional

El año pasado el turismo mundial volvió  a mostrar su fortaleza al desplazar por todo el planeta a 1.322 millones de personas, el 7% más que en el 2016, el mayor crecimiento desde el 2010, según la Organización Mundial del Turismo (OMT). Este movimiento, que lleva creciendo de forma imparable en las última seis décadas, representa el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial, el 7% de todas las exportaciones y aporta uno de cada 10 empleos. La previsión es que en el 2030 la cifra de turistas  por el mundo sea de 1.800 millones.

En vísperas de la inauguración de la más grande feria del turismo mundial, Fitur, el nuevo secretario general de la OMT, el georgiano Zurab Pololikashvili, se ha encontrado con un balance anual muy positivo en el que se aprecia un aumento del interés por zonas antes minoritarias, como África, la recuperación de países como Egipto, Turquía o Túnez y el creciente potencial como países emisores de turistas de China y Estados Unidos.

Atracción de Europa

En todo caso, Europa sigue siendo el destino preferido de todos los ciudadanos del mundo que quieren viajar, acaparando más de la mitad de los turistas (671 millones) y el 37% de los ingresos cifrados en 364.110 millones de euros (447.000 millones de dólares).

Francia es el país más visitado, y se ha recuperado rápidamente en los tres últimos cuatrimestres, según el organismo internacional, tras el atentado de la discoteca Bataclán que conmocionó a la población local y foránea e impactó en los primeros meses. Al país galo le siguen EEUU y de España. A falta de que el país norteamericano cierre los resultados del año pasado, España avanza al segundo puesto como potencia turística mundial. Sin embargo, por ingresos EEUU y España son los países que encabezan el listado en cuanto a la rentabilidad económica de esta industria.

El caso de España merece desde hace años un capítulo aparte. La cifra récord de 82 millones de visitantes el año pasado supone un crecimiento del 9%, por encima de la media mundial avanzada por la OMT.  Zurab Pololikashvili no ha dado importancia a la incidencia de la crisis política catalana en la llegada de turistas ya que, ha dicho, sigue siendo el destino más visitado y porque el balance final es positivo, pese a la caída de algunos turistas de toda la vida, como los franceses.

España no roba

El responsable de la OMT ha negado que en los últimos años el crecimiento de viajes a España haya sido consecuencia de la caída de destinos competidores del Mediterráneo como Egipto, Turquía o Túnez.

"España no ha robado nada a nadie", ha señalado Pololikashvili en rueda de prensa, rompiendo así el mensaje reiterado en los últimos años por el lobi turístico español representado por Exceltur, que ha dado siempre al crecimiento de visitantes extranjeros a España un carácter coyuntural como consecuencia de la inestabilidad política de estos países.

En el balance de la OMT se observa que en el último año el turismo a Oriente Medio ha crecido el 5%, lo que supone 58 millones de llegadas de visitantes extranjeros. De ellos, cinco millones eligieron Túnez como destino, una cifra muy parecida a los años anteriores a la primavera árabe. Este país del norte de África creció en visitantes en el 2017 un 22%, después de decrecer el año anterior el 7%.

En Egipto el incremento fue del 55% tras una caída en el 2016 del 40%. En Turquía el aumento fue de más del 30% frente a una bajada del 23% del año anterior.

El barómetro anual de la OMT muestra que el turismo lleva siete años consecutivos de crecimiento sostenido, un periodo de tiempo en el que el movimiento de personas ha convivido con una fuerte crisis económica. 

Trasporte y objetivos

La mayoría de los viajeros (55%) han elegido el transporte en avión frente al 39% que lo han hecho en por carretera y el 2% en ferrocarril.

Más de la mitad de los turistas (53%) viajaron por vacaciones y recreo, el 13% por razones de negocios o profesionales y el 27% por otros motivos, como las visitas a familiares, las peregrinaciones religiosas o los tratamientos de salud.