SECTOR CLAVE

El turismo francés, el que más ha caído en Catalunya

TURISTAS EN BARCELONA

TURISTAS EN BARCELONA / periodico

Josep M. Berengueras

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Catalunya vivió una segunda mitad del año 2017 convulsa. En agosto sufrió los atentados de Barcelona y Cambrils, mientras que en octubre las imágenes del 1-O1-O dieron la vuelta al mundo. El turismo, un sector de vital importancia para la economía, se ha visto afectado con un descenso de visitantes en octubre y noviembre, aunque el final de año fue de recuperación, según los datos preliminares. Pero no todo el turismo reaccionó igual a las diferentes crisis catalanas: de hecho, el turista que más ha dejado de venir a Catalunya es precisamente el que más cerca está: el francés.

Muchos datos y algunos catastróficos mensajes se han lanzado en los últimos meses. Las cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) afirman que en septiembre el número de turistas extranjeros que llegó a Catalunya aumentó el 6,1%, mientras que bajó en octubre, el 4,7%, y en noviembre, el 2,3%. En miles de turistas, en septiembre llegaron 114.100 viajeros internacionales más, en octubre 73.000 menos y en noviembre, 25.700 menos.

Otro dato para analizar qué paso con el turismo es el de ocupación hotelera, que también elabora el INE. En el global de Catalunya, la ocupación subió 2,3 puntos en septiembre (69,27 puntos), pero bajó tanto en octubre (1,1 puntos, hasta 58,1 puntos) y en noviembre (3,25 puntos, hasta 42,1 puntos). Otras cifras, en cambio, son más positivas. Por ejemplo, los pasajeros del aeropuerto de Barcelona-El Prat aumentaron todos los meses del año, también los postatentados: +6,4% en septiembre, +3,9% en octubre, +5% en noviembre y +6,4% en diciembre para cerrar el año en récord histórico (+7,1%).

Hoteles

Mientras, los hoteleros de Barcelona han llegado a hablar de descensos de hasta el 30% de la ocupación, y el nuevo secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Zurab Pololikashvili, afirmó el pasado miércoles que el turismo había caído entre el 15% y el 20% en el último trimestre del año.

«Se ha puesto el foco en qué ha pasado en Barcelona ciudad y en un tipo de hotel concreto, y se ha proyectado esa imagen sobre el resto de Catalunya; parece que la dinámica tiene que ser la misma en todo el territorio. La situación en Barcelona es singular», argumenta a este diario el director general de Turisme de la Generalitat, Octavi Bono.

Según sus cifras, por ejemplo, si en octubre se distingue por zonas, sin contar Barcelona, el turismo y el gasto creció en el resto de Catalunya. En noviembre, no crecieron ni Barcelona ni la Costa Brava, pero sí el resto. «También entra la variable tipología de productos. El turismo de reuniones y congresos ha sido el más sensible. El turismo vacacional no ha tenido tanta variación», dice.

El análisis del INE por provincias confirma el mensaje de Bono con algún añadido: donde más cayó la ocupación y las pernoctaciones tanto en octubre como en noviembre fue en la provincia de Barcelona y en la de Girona, mientras que en Tarragona y Lleida o se mantuvo casi estable o al contrario, se incrementó.

«Hay que explicar las cosas por su nombre. Existe un ‘efecto atentado’, que es la principal causa de la caída, pero también un reparto de golpes de la Policía en el 1-O, que fue visto en Europa. Las dos cosas han afectado, y muy ligeramente puede haber un ‘efecto procés’ en un tipo de turismo muy concreto. La gente viaja a Cuba y no se preocupa de si es una dictadura o no. Pero la gente sabe si ha habido atentados o si recuerda imágenes de la Policía», destaca Martí Sabrià, gerente dela Associació Costa Brava Hotels.

Mercados

Al analizar los datos de la procedencia de los turistas, se descubre cuáles han sido los mercados más afectados. Los franceses son, en número (131.200 turistas menos en septiembre, octubre y noviembre), los que más han dejado de venir a Catalunya. Lejos se sitúan los nórdicos (-27.000 menos en esos tres meses) británicos (-22.800) o portugueses (-19.300). «Hay mercados, como el nórdico o el portugués, que caen por una reducción de las plazas de vuelos ya prevista», explican fuentes del sector. En Francia, sin embargo, no ha habido una variación significativa en los vuelos. Otros mercados, como Estados Unidos (+83.900) o Rusia (+31.300) crecen en esos meses.

Fuentes conocedoras del sector afirman que en octubre hubo también una caída del tráfico de entre el 1% y el 2% en el tramo de la AP-7 Montmeló-La Jonquera. «Al analizar los mercados, se observa que hay un patrón que dice: a menor distancia, mayor afectación al turismo. Puede haber un público que venía en coche y que prefiere demorar el viaje. Ese efecto cercanía negativo se supera con el tiempo», explica Bono. Además del francés, los datos de pernoctaciones también denotan un descenso del turismo del resto de España.

Recuperar al turismo francés, pues, parece la clave para volver a cifras turísticas de récord. En diciembre, sin embargo, los primeros datos apuntan en ese sentido. «En diciembre y Navidad hemos hecho unas muy buenas cifras, y ha sido gracias al turista francés», explica Sabrià. Según Bono, la actual campaña de Turisme de Catalunya está enfocada precisamente a atraer al público francés y del resto de España. «Formaba parte de un programa ya previamente aprobado», aclara.

En el peor escenario, según la Generalitat, el 2017 se cerró con récord de 19,1 millones de turistas extranjeros en Catalunya, el 5,5% más que un año antes. Fue la comunidad líder en España.