INDUSTRIA

Nissan dejará de producir dos modelos en su fábrica de Barcelona

Producción de la furgoneta eléctrica eNV200 en la planta de Nissan en la Zona Franca.

Producción de la furgoneta eléctrica eNV200 en la planta de Nissan en la Zona Franca. / periodico

Antoni Fuentes

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La fábrica de Nissan en la Zona Franca de Barcelona vivirá un 2018 bastante movido. La multinacional japonesa ha anunciado una reorganización de la producción en la planta catalana que supone que se dejarán de fabricar dos modelos en la segunda mitad del año por su bajo nivel de ventas. Los modelos afectados son el turismo Nissan Pulsar y la versión para pasajeros de la furgoneta compacta NV200 (Evalia), que se dejarán de fabricar en junio y julio, respectivamente.

Como contrapartida, la empresa confía en que podrá mantener el nivel actual de plantilla, de más de 4.000 empleados, gracias a que empezará a producir este año una nueva versión eléctrica con una batería más potente de la furgoneta eNV200, así como gracias al mayor volumen de fabricación de la 'pick up' que ensambla para las marcas Renault Mercedes con los nombres Alaskan y X-Class, respectivamente. La factoría seguirá produciendo también la versión convencional de carga y diésel de la furgoneta NV200. 

La producción del Pulsar supuso una inversión de 130 millones de euros y la negociación de un acuerdo con el comité de empresa para rebajar el sueldo a las nuevas contrataciones. La multinacional ha lanzado un mensaje tranquilizador para la plantilla al indicar que la planta de Barcelona "continúa enfocada en su objetivo de ser un centro de producción de alta calidad y competitivo, para maximizar sus oportunidades futuras".

Producción por debajo de la previsión

Nissan ha tirado la toalla en su regreso al competido segmento de los turismos compactos con el Pulsar, que lanzó al mercado en el 2014 y que no ha alcanzado los niveles previstos de ventas, especialmente en algunos mercados europeos estratégicos como el del Reino Unido. El volumen de producción del Pulsar, que se ensambla en Barcelona en exclusiva, rondaba las 30.000 unidades anuales frente a las 80.000 que se habían planificado inicialmente. En el año fiscal de Nissan que va de abril del 2017 a marzo del 2018, la compañía prevé acabar con 90.300 vehículos producidos en Barcelona, una cifra muy alejada de las 200.000 a las que aspiraba cuando se anunció el plan de producción de nuevos modelos y de las 110.000 unidades del ejercicio anterior.

La apuesta del Pulsar intentaba recuperar el espacio que abandonó en la década anterior la marca cuando dejó de producir el modelo Almera, una de cuyas versiones también se producía en Barcelona. Sin embargo, el Pulsar ha sido víctima de la dura competencia en un segmento con pesos pesados como el Volkswagen Golf, el Peugeot 308 o el Ford Focus y también de la tendencia de crecimiento de los todocaminos (SUV en sus siglas en inglés) en todos los segmentos de vehículos.   

"Las decisiones que hemos tomado son fruto de un cambio en la demanda de mercado de nuestros clientes europeos y una nueva tendencia, de ahí que el enfoque de Nissan sea el de reforzar nuestro liderazgo en el segmento de vehículos eléctricos y 'crossover'", ha indicado el presidente de Nissan Europa, Paul Willcox, a través de un comunicado.

Los sindicatos piden un modelo nuevo

Los sindicatos han reaccionado con recelo ante la reestructuración de la producción en la fábrica de Barcelona, que causará un excedente de plantilla de unos 150 empleados. La recolocación de esos trabajadores requerirá la puesta en marcha de un tercer turno en la línea de producción de la 'pick up', para lo que se necesita un aumento del volumen de unas 15.000 unidades. Ese incremento puede venir de los modelos de Mercedes y Renault y de una mejora en el mercado de Oriente Medio, que es uno de los más importantes en las exportaciones de la 'pick up' de Nissan.  

Pero los sindicatos quieren garantías de estabilidad a más largo plazo con la adjudicación de un nuevo modelo aprovechando cambios productivos que prevé el grupo Renault-Nissan en Europea durante este año. Para Miguel Ángel Boiza, secretario general de CCOO en Nissan, "la empresa tiene a su disposición medidas que se negociaron para ganar la adjudicación del Pulsar que no se han llegado a utilizar". Esas medidas incluían más flexibilidad interna y sueldos más bajos para unos 1.000 contratos nuevos que finalmente no se han llegado a formalizar. Para el sindicato Sigen-USOC, el anuncio de Nissan "es una mala noticia" que hace más necesaria la adjudicación de un modelo nuevo para sustituir al Pulsar, que para la central ha sido sacrificado de forma precipitada.