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El Banco de España calcula que la economía creció 0,8% en el cuarto trimestre

Luis María Linde, presidente del Banco de España.

Luis María Linde, presidente del Banco de España. / periodico

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El Banco de España calcula que el crecimiento económico en el cuarto trimestre del año fue del 0,8%, lo que supone mantener la tasa del tercer trimestre, gracias a la fortaleza del mercado exterior que contrarrestó los efectos adversos de la incertidumbre en Catalunya. Según su último informe trimestral de la economía española, esa estabilidad del ritmo de crecimiento es consecuencia de "dos fuerzas que operan en sentidos opuestos". "El fortalecimiento de los mercados de exportación habría contrarrestado los efectos adversos derivados del aumento de la incertidumbre por la situación política en Catalunya, que, de acuerdo con la información disponible -relativamente escasa- se habrían concentrado especialmente en esa comunidad autónoma", expone el organismo. 

El factor catalán

El Banco de España atribuye la ralentización económica de Catalunya al "peor comportamiento" de los indicadores de empleo, turismo y mercado de la vivienda, entre otros, con respecto a lo observado en la media del conjunto de las comunidades, especialmente, en las de mayor peso económico". En el último informe trimestral de la economía española, la autoridad monetaria indica que a pesar de este menor crecimiento del PIB catalán, los últimos datos disponibles van confirmando que el impacto de la crisis catalana en el conjunto de la economía española se limitará, según su escenario "más benigno", a una pérdida acumulada de tres décimas hasta finales del 2019 (proyectó un impacto máximo de hasta 2,5 puntos del PIB).

La Generalitat admite la situación

El avance de la previsión del crecimiento del cuarto trimestre confirma las previsiones incluso de la Generalitat, que ya reconoció que "las tensiones políticas" ligadas al proceso independentista amenazan el crecimiento económico. En las proyecciones hechas para los inversores, la Generalitat ya apunta a un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 2,6% en el 2018, frente al 2,9% en el 2016 y el 3,5% en el 2015.

Tanto el Gobierno español como el Banco de España ya habían estimado en las últimas semanas que el proceso independentista o las tensiones políticas iban a ralentizar el crecimiento, tanto de España como del conjunto del Estado. En concreto, en torno a una décima en el tercer trimestre. También la Cambra de Comerç de Barcelona revisó a la baja sus estimaciones para el 2018.  

La balanza por cuenta corriente, que mide los ingresos y pagos al exterior por intercambio de mercancías, servicios, rentas y transferencias, registró un superávit de 7.400 millones de euros en el tercer trimestre del año, un 8,6% menos que en el mismo periodo del año anterior.

Balanza de pagos

El saldo de la balanza por cuenta corriente registrado entre julio y septiembre se explica por el menor déficit de la renta primaria y el mayor superávit de la balanza de servicios, que pudo compensar el mayor déficit de la de bienes y de la renta secundaria. En concreto, el déficit de la balanza de bienes se amplió hasta los 7.400 millones en el tercer trimestre, frente al déficit de 5.000 millones registrado en el mismo periodo del 2016, mientras que en el caso de los servicios, el superávit de ingresos y pagos fue de 19.100 millones de euros, por encima de los 17.500 millones de euros del tercer trimestre del año pasado.

Turismo

Dentro de los servicios, la partida de turismo y viajes alcanzó un superávit de 15.700 millones de euros, superior al de un año antes (14.200 millones). Los servicios no turísticos --donde se encuentran, entre otros, el transporte, los servicios financieros, los de seguro, los informáticos y otros servicios empresariales-- experimentaron también un aumento de su superávit, con un saldo de 3.400 millones de euros, frente a los 3.300 millones de euros del tercer trimestre del 2016.