sector industrial

Ercros pierde 'El Salero'

Marc Mur, acalde de la población advierte de que se abre "una etapa muy complicada" para el municipio

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Silvia Berbís

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El 'Salero', como se conocía en el sector al tren que durante décadas ha suministrado sal para fabricar sosa y cloro en el complejo químico de Flix, ha dejado de circular por la poco transitada línea R15. Ya no será necesario, desde que este domingo la histórica fábrica de Ercros detuvo definitivamente el vetusto sistema electrolítico que hizo pionera en España a la factoría más de un siglo atrás.

Agotado hasta el último día el plazo legal para usar esa metodología ya prohibida por las directivas europeas de emisiones por sus efectos contaminantes, Flix cierra ya resignadamente y sin demasiado aspavientos un capítulo determinante de su historia industrial, económica y social. El progreso que un día comportó la fábrica, insólito en la zona hasta la llegada de la nuclear de Ascó, deja una factura ambiental que aún pesa sobre el municipio, a la que se suma una factura laboral que crea mucha incertidumbre.

“Para el pueblo es un golpe muy duro, empieza una etapa muy complicada”, admitía ayer el alcalde, Marc Mur. Y es que no por esperado, el cierre duele menos. Persiste cierta sensación de abandono. Y es que Ercros, que dio nómina a más de un millar de personas, ha ido soltando lastre en forma de trabajadores, hasta quedarse con 120 tras el último expediente de regulación de empleo. Con el cierre de la planta de cloro, pasa a dar cobijo apenas a medio centenar de trabajadores, en su ya residual producción de fosfato dicálcico. El personal ahora prescindible recibirá una oferta para trasladarse a otras fábricas de la compañía. Eso o el despido.

Inversión en otras plantas

Ercros, sin embargo, sí ha apostado por invertir en otras plantas para mantener la producción de cloro, cambiando la tecnología por la ahora obligatoria de membrana. Es el caso de la de Vila-seca, donde prevé ampliar la planta. la empresa suministra cloro a Covestro, -que estuvo a punto de cerrar hace un año-, para producir ácido clorhídrico y a su vez, suministrar a la planta de fosfato que sobrevive en Flix. Al menos de momento, esa rueda sigue girando y de rebote, mantiene un pellizco de actividad en el enorme y en gran parte silente complejo químico de la Ribera d’Ebre.

Precisamente Covestro, que era la división de plásticos de Bayer y se llamaba MaterialScience, anunció este lunes que invertirá 200 millones de euros en su planta de La Canonja para aumentar las capacidades de producción de poliuretanos y para producir cloro. La compañía descarta así cesar la actividad en el 2020 como había anunciado y, además de la nueva planta, también aumentará la capacidad de su planta local de MDI en 50.000 toneladas hasta llegar a las aproximadamente 220.000 toneladas al año. El MDI es un precursor de la espuma rígida, que a su vez es un material de aislamiento, utilizado, por ejemplo, en edificios y frigoríficos.

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