REUNIÓN EN BRUSELAS

El Eurogrupo escoge al portugués Centeno nuevo presidente

El ministro de Economía español, Luis de Guindos (izquierda) , con el portugués Mario Centeno

El ministro de Economía español, Luis de Guindos (izquierda) , con el portugués Mario Centeno / periodico

Sivia Martinez / Bruselas

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No ha habido sorpresas de última hora y, tal y como se esperaba, el portugués Mário Centeno será el próximo presidente del Eurogrupo. El luso se ha impuesto en la votación celebrada este lunes a los otros tres aspirantes: el eslovaco Peter Kazimir, el luxemburgués Pierre Gramegna y la letona Dana Reizniece-Ozola. Asumirá las riendas del órgano que representa a los países de la zona euro el próximo 13 de enero, cuando expira el mandato del holandés Jeroen Dijsselbloem.

“Es un honor por la relevancia del grupo, la calidad de mis colegas y la importancia del trabajo que tenemos por delante en los próximos años”, ha explicado durante su primera intervención pública tras ser elegido por sus colegas en una carrera que ha calificado de “justa y democrática”. Aunque ninguno de los cuatro candidatos en liza había suscitado especiales simpatías entre los 19 países de la Eurozona el portugués partía como favorito y la votación lo ha confirmado entregándole a él las riendas del Eurogrupo.

El proceso, sin embargo, ha mantenido el suspense hasta el final. Y es que han sido necesarias varias rondas para confirmar a Centeno como el nuevo presidente del Eurogrupo. La primera en descolgarse, por falta de apoyos, ha sido la letona Reizniece-Ozola. Posteriormente lo ha hecho el socialdemócrata eslovaco Kazimir, a quien según fuentes diplomáticas varios ministros han tenido que convencer para que se retirara de la contienda pese a la falta de apoyos, y el liberal luxemburgués Gramegna.

Como aval de Centeno, un economista y profesor de 50 años diplomado por la Universidad de Harvard, han hablado la recuperación  de la economía lusa tras el rescate de 78.000 millones de euros de 2011 y el hecho de que ha conseguido sacar al país del procedimiento de déficit excesivo conciliando crecimiento con disciplina presupuestaria en un gobierno de coalición de izquierdas con varias formaciones muy críticas con el euro. No en vano, el ex ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, llegó a calificarlo como el (Cristiano) Ronaldo del Eurogrupo gracias a su trabajo para hacer que Portugal disfrute de la tasa de déficit más baja en cuatro décadas.

Los socialistas mantienen el puesto

A esto se suma un elemento no menos importante y es que, aunque es independiente, pertenece a la familia socialdemócrata. Un elemento este último de mucho peso dado que el resto de altos cargos en la UE -Jean-Claude Juncker al frente de la Comisión, Antonio Tajani en la Eurocámara y Donald Tusk en el Consejo Europeo- están ocupados por miembros del PPE que en esta ocasión ha optado por no presentar candidato para evitar una guerra institucional por el equilibrio de poder en los puestos de decisión europeos.

De hecho, aunque España presentó al ministro Luis de Guindos como candidato hace dos años y medio –perdió ante Dijsselbloem- en esta ocasión ha renunciado y ha optado por concentrar sus esfuerzos en recuperar la silla del consejo de gobierno que perdió en 2002 y, concretamente, la vicepresidencia del Banco Central Europeo que quedará libre en mayo de 2018 cuando termine mandato el también portugués Vitor Constancio.

El Eurogrupo se mantendrá, por tanto, en manos de un miembro de la familia socialista que ha aprovechado en su puesta de largo para destacar su intención de trabajar por el “consenso” –ha sido su palabra más reiterada durante su primera rueda de prensa- y por aplicar políticas de crecimiento y flexibilidad presupuestaria. “Siempre hay alternativas. Hay que buscarlas. Hay muchas ideas por ahí y vamos a tratar de cogerlas todas y asentar un nuevo guión", ha anunciado prometiendo trabajar por impulsar un crecimiento inclusivo en la zona euro.