Emprender pese a todo

En el mundo empresarial, las mujeres siguen infrarepresentadas. Esta tendencia se ve claramente en el porcentaje de directivas en las compañías (13%), pero también en la desigualdad existente entre los proyectos de emprenduría. 

En España hay más de 650.000 emprendedoras. De todas las empresas que comienzan cada año, el 40% de ellas son fundadas por una mujer, según el último informe de Global Entrepreneurship Monitor (GEM). Raquel Cabezudo, presidenta de Professional Women’s Network (PWN) matiza estos datos. «En el 2015 solo el 5% de las iniciativas con menos de tres años y medio fueron montadas por mujeres», afirma. Aunque admite que en el 2016 esto mejoró hasta llegar al 5,8%.

Tendencia que se confirma con los datos generales. Blanca Drake, responsable de Women’s Age, asegura que «la evolución es positiva». En comparación con el 2015, el año anterior hubo un 7% de empresas comenzadas por mujeres.

Más éxito entre las empresas femeninas

Además, las iniciativas de las féminas fracasan el 14% menos.  El 66% de empresas fundadas por hombres no funcionan, frente al 48% de compañías empezadas por mujeres que no tienen éxito. El motivo, según los expertos, son los planes de negocio más sólidos. También influye que son más propicias a pedir financiación de fuentes más variadas en caso de ser necesario para la empresa.

No todo son datos positivos. Blake destaca que solo el 27% de iniciativas tecnológicas son fundadas por mujeres y que «estas son las empresas que tienen más futuro», insiste. La razón de este descenso lo ve en la falta de chicas que estudian carreras científicas. La solución: que las niñas consideren estos grados «atractivos».

Un plan de actuación que podría servir también para promover la innovación de las mujeres en general. Todas las expertas consultadas coinciden esto es imprescindible. Helena de Felipe, directora de Afaemme --federación de asociaciones de mujeres de negocios--, ve necesario que se «aliente» el la iniciativa empresarial femenina. Añade: «Necesitamos más emprendemiento en general, con vistas a un futuro y que contraten  después de unos años de actividad».

Ejemplo de mujeres del norte de África

Esa es una lección que deberíamos aprender de las emprendedoras del norte de África. Meriem El Hilali, consejera diplomática en la Unión por el Mediterráneo (UpM), destaca que «una de las mejores acciones es ver cómo integran a la comunidad en su negocio para impulsarlo. Aunque entiendo que en Europa, por los gastos que supone contratar». 

Y el MedaWeek Barcelona, que tuvo lugar la semana pasada, fue el encuentro idóneo para que emprendedoras de ambos lados del Mediterráneo compartiesen sus experiencias.  En ese foro, Laurence Païs, responsable de proyectos sociales de UpM, ha opinado que «el empoderamiento de las mujeres pasa, entre otros factores, por el acceso a las finanzas, pero también por el apoyo de los hombres en este reto».