Debate sobre las estrategias empresariales
Revolución digital y freno catalán
El millar de ejecutivos reunidos en el Congreso de Directivos Españoles debaten sobre los cambios tecnólogicos y lamentan los efectos negativos del 'procés'
Tras convertirse hace unas semanas en la nueva sede del Banc Sabadell, Alicante se ha estrenado este martes como una de las capitales económicas del país al acoger el Congreso de Directivos Españoles (CEDE). La cita ha sido clausurada por el rey Felipe VI al que Isidro Fainé, presidente del CEDE y de la Fundación ‘La Caixa’ ha pedido que acepte la presidencia honoraria de la confederación y el monarca ha accedido.
El rey ha abogado por fórmulas y ha lanzado una crítica al proceso independentista: "No parece que hoy lo más acertado sea tratar de encarar el futuro desde una perspectiva estrictamente individual. No solo por una cuestión de valores, sino por una razón de puro pragmatismo y efectividad".
En su discurso, Fainé ha recordado que “la revolución digital” es más rápida y extensiva que cualquier otro de los cambios de la historia y ha dicho que sólo se puede afrontar con un espíritu emprendedor, entendido como empezar un proyecto de cero pero también como quien “desde su puesto en una empresa ya existente muestra dotes como innovador y transformador”. “La estrategia y los productos son susceptibles de ser imitados pero el poder de un plantilla emprendedora y motivada es imbatible”, ha sentenciado.
El encuentro se ha realizado nuevamente con un ojo puesto en Catalunya y los casi 1.300 ejecutivos reunidos y el ministro de Economía han hecho su radiografía del problema. La no designación de Barcelona como sede de la Agencia Europa del Medicamento se ha puesto como ejemplo del ‘coste’ del desafío independentista. Luis De Guindos ha asegurado que era "incongruente" ofrecerse como sede y salir de la UE y José Luis Bonet, presidente de Freixenet, ha añadido que es uno de los “daños de verdad” del ‘procés’. De Guindos fue más allá, atribuyó la "profunda" desaceleración económica en Catalunya del cuarto trimestre a estas tensiones y adelantó que sus efectos, que se notan en la economía española, se prolongarán. “Sin estas circunstancias en el 2018 la economía española habría crecido de forma similar a 2017, las agencias de ‘rating’ nos hubieran puesto un notable alto, la prima de riesgo estaría 40 ó 45 puntos por debajo y el valor de las empresas en Bolsa sería de un 20% más", señaló el ministro, que aventuró que el impacto puede ser de “unas cinco décimas” del PIB. Ambos coincidieron en que las elecciones del 21D han de devolver la normalidad, aunque Bonet advirtió que si se sigue “por el mal camino” las empresas que, como la suya, siguen en Catalunya ”vamos a salir en desbandada".
Pero no todo ha sido palos. Guindos ha adelantado que en breve pueden llegar buenas noticias y lo harán en coche. “En el sector automovilístico en la zona franca de Barcelona creo que podremos tener buenas noticias”, ha anunciado.
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