efecto del pulso secesionista

Alarma en el sector turístico barcelonés por la inestabilidad política

Varios turistas esperan el autobús al aeropuerto en la plaza de Catalunya.

Varios turistas esperan el autobús al aeropuerto en la plaza de Catalunya.

Eduardo López Alonso / Barcelona

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Los hoteleros de Barcelona están intranquilos. La inestabilidad política en Catalunya ha desatado una alarma sin precedentes en el sector hotelero barcelonés. En plena temporada alta de actividad en la ciudad, por el peso habitual de ferias y congresos, las manifestaciones en la calle y las incertidumbres de estos días han desplomado ya las ventas del comercio y las reservas hoteleras.

En una reunión celebrada este jueves en Barcelona entre representantes del Ayuntamiento, las patronales hotelera y de restauración, y  los sindicatos el panorama que dibujaron fue sombrío. El encuentro se produjo en el marco de la firma del convenio del sector de la hostería con UGT y asistieron el segundo teniente de alcalde de Barcelona y responsable de política municipal, Jaume Collboni; el presidente del Gremi de Restauració de Barcelona, Pere Chias; y el director del Gremi d'Hotels de Barcelona, Manel Casals. En el encuentro se constató la profunda preocupación del sector que calcula que la caída de la actividad en el mes de octubre, a falta de cifras definitivas, podría situarse entre el 20% y el 30%, según explican fuentes que participaron en esta reunión. La consigna del sector es aguantar y eludir ante todo una guerra de precios hoteleros.

Fuentes del sector hotelero tildan la situación de "preocupante" dado que el último trimestre es tradicionalmente el de mayor actividad turística y ferial de la ciudad. Actualmente, Barcelona dispone del orden de 80.000 plazas hoteleras. El sector turístico de la ciudad emplea a unas 158.000 personas. El delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, ha reconocido este viernes que el impacto de la tensión soberanista en la ocupación hotelera ha sido mayor que los atentados de agosto. Según una encuesta divulgada por el Gobierno, los hoteleros prevén una ocupación del 71% esta semana, lo que supone "peores niveles de ocupación desde que se realiza esta encuesta, por debajo incluso del nivel esperado tras el 1-O".

Se da la paradoja de que Barcelona ha pasado en tan solo dos meses de mantener un debate sobre la turismofobia a plantearse la necesidad de empezar a hacer políticas de promoción del turismo. En este sentido, Jaume Collboni ha explicado que el Ayuntamiento monitoriza a diario la evolución del sector turístico de Barcelona. "En función de las conclusiones finales, y sin caer en el alarmismo, estamos estudiando ajustar nuestras políticas presupuestarias y nos planteamos volver a hacer promoción del turismo e, incluso una campaña de 'branding' de Barcelona", según Collboni, que ha atribuido la caída a la preocupación que genera la situación política en Catalunya.

Noche de compras, en el aire

En otra reunión, esta de comerciantes, se reconocieron caídas de las ventas de entre el 15% y el 30% en los principales nudos comerciales de la ciudad. La noche de compras que se ha hecho tradicional para estas fechas en el centro de Barcelona está incluso en el aire, según afirmaron algunos presentes en esa reunión. Paco Galván, responsable de hostelería de CCOO, reconoce que los hoteles de Barcelona "no están renovando contratos y hasta los rescinden antes de tiempo ante la caída de ingresos, pero han registrado un buen año y son capaces de aguantar la situación". Pese a ello, "se teme que la situación empeore de cara al primer trimestre".

José Antonio García, secretario general de la federación de servicios de UGT, advierte de que la ocupación hotelera actual puede ser engañosa a la hora de evaluar el impacto en el sector. En su opinión, ya se está produciendo una presión a la baja de los precios en los establecimientos más asequibles. En cualquier caso, esa tendencia es difícil de percibir en las principales webs de contratación, como Booking, donde los precios parecen no haber caído en exceso. 

Contrataciones

Los hoteles más grandes están adaptándose a una menor demanda recortando costes variables, entre los que se incluye mano de obra subcontratada (muy habitual en el sector hotelero). "No están renovando el contrato a nadie, tanto la ocupación como las reservas están desplomándose", reconoce un empleado en un hotel de cinco estrellas de la ciudad. Eso está sucediendo en varios hoteles de primera categoría, corroboran en fuentes sindicales. Galván incluso asegura que en algunos hoteles se han rescindido contratos antes de su finalización. La situación se ha agravado ante la paralización de las habituales comidas que se organizaban en el ámbito de la administración, tanto de la Generalitat, como del Ayuntamiento o de la Fira, por ejemplo.  

La esperanza es que la marca Barcelona tiene fuerza suficiente para recuperarse, como ya pasó tras el atentado del verano. Se espera que a nada que llegue la tranquilidad a las calles los visitantes vuelvan a la ciudad, pero la imagen del centro de la ciudad empieza a mostrar cambios que podrían agudizarse en las próximas semanas.