Fondos europeos para una línea 'fantasma' del metro de Valencia

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NACHO HERRERO/ VALÈNCIA

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La línea T2 estaba llamada a ser la estrella de la red de metro de València por su complejo y vertebrador trazado. Así la presentó en su momento Francisco Camps, el expresidente de la Generalitat Valenciana. Licitada en el 2007, las obras se detuvieron en 2011 en plena crisis. El gobierno autonómico se había quedado sin dinero y el estatal no quiso hacerse cargo del proyecto.

Desde entonces ha sido una ‘línea fantasma’ que ha dado mucho que hablar. En diciembre del 2012, una revista de Barcelona especializada en el mundo del grafiti (Goodfellas Magazine) publicó imágenes de una ‘expedición urbana’ en la que un joven (y al menos un fotógrafo) exploraban un tramo anegado del túnel en una barca de goma.

Y en la pasada nochevieja, una de sus estaciones más céntricas acogió una ‘rave’ con cerca de 400 personas a las que la policía tuvo que desalojar pasadas las cuatro de la mañana. Ahora, la Unión Europea con sus fondos FEDER ayudará a ponerla en marcha. La Generalitat ha reprogramado parte de lo que ya tenía concedido para el periodo 2014-2020 y utilizará 20 de esos millones para junto con otros 30 de fondos propios retomar las obras.

Aún faltarán otros 33 millones, para los que también se espera ayuda comunitaria, para poner en marcha la primera parte de esa línea, que debe estar en funcionamiento antes del 2023 según las normas de estas ayudas comunitarias. En total, harían falta unos 170 millones para acabar la parte que se considera viable, porque hay otra, la que atravesaba todo el subsuelo del centro histórico, salvando no se sabe cómo los muchos restos arqueológicos que se iba a encontrar, de la que ya no habla nadie.

Uno de los grandes objetivos de esos fondos FEDER, de los que España tiene concedidos casi 20.000 millones, era propiciar "la transición hacia una economía baja en emisiones de carbono que utilice eficazmente los recursos". Así que se ha dejado de lado, entre otros, un proyecto de autobuses eléctricos para retomar este proyecto. "Nos encontramos 200 millones enterrados", lamentó el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, que aseguró que esa situación era "un homenaje a la mala gestión de la época de la especulación".

CRÍTICAS A LA INFRAFINANCIACIÓN

El 'president' pidió "al Gobierno de España que deje de ningunear a la Comunitat Valenciana. En otras ciudades este tipo de actuaciones cuentan con su apoyo y se lo exigimos". El anuncio de la reflotación de la T2 acabó con una batería de críticas al ejecutivo de Mariano Rajoy. "Cuando se hace el metro en Sevilla o en Málaga hay presupuesto estatal. ¿Por qué no en València?", se preguntó Joan Ribó. El alcalde lamentó también que el Gobierno haya negado sistemáticamente a la ciudad la subvención para la movilidad metropolitana que sí que aporta habitualmente a Madrid y a Barcelona.

De hecho, Vicent Soler, 'conseller' de Hacienda y Modelo Económico, apuntó que "es inaudito que también en este aspecto nos encontremos solos en Europa sin el acompañamiento del Estado". "Lo podemos hacer porque está Europa pero nos gustaría mucho que tuviéramos la colaboración del Gobierno", remarcó. Sea como fuere parece que las excursiones náuticas y las fiestas de fin de año se han acabado en la T2.