EL FIN DE UN BANQUERO

La autopsia de Miguel Blesa confirma el suicidio

El cuerpo del expresidente de Caja Madrid ha sido trasladado al tanatorio

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La autopsia del expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa ha confirmado la primera hipótesis del suicidio. El exbanquero se suicidó disparándose un tiro en el pecho con su rifle. La autopsia, que finalizó pasadas las 11.00 horas de la mañana, ha confirmado que Blesa se fue a la parte delantera de su coche aparcado en las cocheras de la finca Puerto del Toro, en Córdoba, apoyó la culata del arma en el suelo y situó su pecho sobre el cañón, accionando el gatillo. 

El cuerpo sin vida de Blesa ya ha salido de las dependencias del Instituto Anatómico Forense de Córdoba y ha llegado al tanatorio de Las Quemadas de Córdoba, donde ya se encuentran familiares y amigos del fallecido a la espera de que el cadáver sea incinerado.

El cuerpo sin vida del expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa fue hallado el miércoles a primera hora de la mañana en la finca Puerto del Toro, en Villanueva del Rey (Córdoba), con un disparo en el pecho efectuado por un rifle de caza. Los primeros indicios, todavía pendientes de la confirmación de la autopsia, apuntan a que el exbanquero que reinó en la cima de la España del pelotazo se habría suicidado con su propia arma. 

Blesa, a punto de cumplir los 70 años el próximo 8 de agosto, cayó del olimpo del poder al ostracismo absoluto en los últimos años. El exbanquero se convirtió para muchos, junto a Rodrigo Rato, en el mayor símbolo de los excesos del sector financiero y de su  connivencia con la política que llevó a la desaparición de las cajas de ahorros, al rescate de España y a la peor crisis económica de la democracia. En los últimos tiempos sus amigos políticos de toda la vida le dieron la espalda y el mundo de las finanzas lo marginó. Ayer, el PP se limitó a trasladar sus discretas condolencias a la familia del que presidió entre 1996 y el 2010 la conocida como ‘caja del PP’. El mundo financiero mantuvo un silencio sepulcral. Sus últimas apariciones públicas fueron siempre entrando y saliendo de los juzgados al grito de «¡ladrón!».

Blesa había sido condenado a finales de febrero por la Audiencia Nacional seis años de cárcel por el uso de tarjetas black de Caja Madrid, con las que gastó 436.688 euros en todo tipo de lujos cuyos detalles llenaron las páginas de los periódicos. No había entrado en prisión porque la sentencia todavía no era firme y el juez rechazó su ingreso como medida cautelar. Él mismo afirmó tras conocer el fallo que lo afrontaba «sereno» y con plena confianza en que el Tribunal Supremo revocaría su condena.

Sus allegados destacan que Blesa era una persona fuerte, que afrontaba con entereza cualquier contratiempo. Sin embargo, se le acumulaban los frentes judiciales: era inminente la apertura del juicio oral por administración desleal continuada por los sobresueldos de Caja Madrid, delitos por los que el fiscal solicitaba cuatro años de prisión.

Blesa fue en el 2013 el primer banquero de la crisis que entró en la cárcel por decisión del juez Elpidio Silva en una investigación por la compra de un banco en Florida por parte de Caja Madrid. La imagen de Blesa visiblemente desmejorado, sin gomina y con unas bolsas de plástico en la mano para transportar sus enseres marcó el inicio de su declive. Su ingreso en prisión duró tan solo días, pero obligó a posponer cinco meses su boda con Gema Gámez, a quien conoció cuando ella trabajaba en la división del mercado de capitales de caja y con la que seguía casado.

Compañero de pupitre de José María Aznar, accedió a la presidencia de Caja Madrid el 11 de septiembre de 1996 de la mano de su amigo de infancia. Una de sus primeras decisiones al frente de la entidad fue la compra de una de las torres Kio por 16.000 millones de las antiguas pesetas para instalar la sede de la conocida como caja del Partido Popular. Ese gesto ya anticipó la ambición que siempre le distinguió al frente de la entidad.

Blesa fue el artífice de la gran expansión de Caja Madrid y se prestó a que la entidad comprara participaciones en empresas como Endesa o Iberia siendo el brazo financiero del Partido Popular en operaciones consideradas de Estado. Con el apoyo de Alberto Ruiz-Gallardón, fue reelegido presidente de Caja Madrid en 1999 y 2003. Sin embargo, a finales de septiembre del 2008, Esperanza Aguirre libró una dura batalla para imponer a Ignacio González como presidente. Aguirre acabó aceptando a Rodrigo Rato, que relevó a Blesa en la presidencia de la caja y la condujo a la fusión con Bancaja y a la salida a bolsa.

Precisamente, hoy jueves, se cumplen seis años desde que el banco debutó en bolsa con consecuencias fatales para sus accionistas y para la economía española. El Gobierno del PP que tuvo que pedir un rescate financiero a Europa en el 2012 para pagar la factura de Bankia. En su último balance, el Banco de España ha dado por pérdidos 60.613 millones en ayudas a la banca, el 78% del total. Solo Bankia, heredera de Caja Madrid, recibió 22.424 millones de euros.