Economía colaborativa: ejemplos de servicios de éxito
Josep M. Berengueras
Periodista
JOSEP M. BERENGUERAS / BARCELONA
El fenómeno de la economía colaborativa abarca todos los sectores. Uber -suspendido en España- y Airbnb -pendiente de la ley- son los ejemplos de más éxito a nivel mundial, pero bajo este paraguas han nacido en todo el mundo iniciativas de lo más variadas, desde servicios turísticos a cuidado de mascotas.
TURISMO
Desde dormir a compartir mesa
Airbnb, plataforma de alquiler entre particulares de habitaciones o apartamentos enteros, es el paradigma del turismo colaborativo (la compañía asegura que no solo es alojamiento, sino la “experiencia” de vivir con un local). Pero no es el único servicio de este tipo: plataformas como Homeaway, HomeawayNiumba o Bemate ofrecen servicios similares. Otro tipo de propuestas son, por ejemplo, Trip4Real: una comunidad on line que permite a los viajeros disfrutar de sus vacaciones acompañados de guías locales que mejoran la experiencia del viaje. Otro de los servicios que se puede encontrar online gracias a las plataformas de economía colaborativa es la de disfrutar de comidas locales preparadas por anfitriones (Eatwith, Chefly, CheflySocialEaters).
TRANSPORTE
Viajes en coche o tren más baratos
Desplazarse dentro de las ciudades o entre localidades es posible con la economía colaborativa. En este campo, Uber es el ejemplo que más ruido ha hecho: la plataforma permite (en otros países) que conductores particulares funcionen como taxis (los clientes reclaman sus servicios desde la app). También en este ámbito está Comparte Tren, una plataforma que pone en contacto usuarios de AVE para crear grupos de tres o cuatro personas que tienen que coger el mismo tren y, así, poder optar a mejores tarifas. Otro de los proyectos de éxito en España es Blablacar: gracias a esta plataforma, los usuarios pueden compartir los gastos de viajes en coche entre ciudades. También hay soluciones para compartir y encontrar párking como Parkfy.
REUTILIZACIÓN
Pintar el piso o vender lo que sobra
Las plataformas de economía colaborativa también permiten compartir tiempo y reutilizar productos. Wallapop, la app para vender artículos de segunda mano, sería un buen ejemplo. También hay webs que permiten a los profesionales ofrecer su tiempo y servicio a particulares, como las generalistas Guudjob, Cronoshare (limpieza, reparaciones, clases particulares, idiomas, mudanzas...) o Nubelo (pequeños trabajos on line). Los bancos de tiempo también tienen éxito en plataformas como Cronnection (intercambio de tareas por puntos para disfrutar de otros servicios), así como las webs de intercambio de ropa, en especial la de niños (Grownies).
OTROS SERVICIOS
Préstamos, wifi y clases particulares
Prácticamente cualquier servicio está encontrando webs de intercambio que se basan en la economía colaborativa. Ya hay servicios de préstamos (de dinero) online entre particulares o pymes (Comunitae, Arboribus), de venta de productos artesanales (Etsy), de intercambio de libros usados (Bookmooch), de tiempo para pasear a las mascotas o cuidarlas durante periodos cortos (Gudog), de financiación de proyectos variados (Kickstarter, Verkami), de alquiler de espacios durante un tiempo para organización de eventos (Popplaces), de expertos o profesionales dispuestos a dar clases a los estudiantes en temas concretos (Sharing Academy), de compartir la red wifi de casa para poder disfrutar de otras redes cuando se está fuera (Guifi.net) o de envío y entrega de paquetes (Packagepeer, Piggybee).
- Una intensa granizada impacta en Barcelona y el litoral catalán
- El SMS que Hacienda está enviando a todos los que han hecho esto en su declaración de la renta
- Sumergir los pies en vinagre, la nueva tendencia que arrasa: estos son sus beneficios
- Catalunya rechaza el reparto de menores no acompañados llegados a Canarias que propone el Gobierno
- Encuesta elecciones Catalunya: El PSC se afianza en cabeza y Junts toma la delantera en su pulso con ERC
- Saltan las alarmas por el estado de salud de uno de los Mozos de Arousa
- Una familia recupera la titularidad de un piso de Girona tras varios intentos de desahucio
- Un luchador iraní es golpeado por el público y suspendido de por vida tras pegar una patada a una chica en el ring