BALANCE DE LA REFORMA LABORAL

Casi 6 millones de asalariados cobra menos del salario mínimo

Los cambios legales por la crisis han dejado 220.000 personas más en el umbral de la pobreza, según un informe de UGT

Manifestación contra la reforma laboral, en febrero del 2014 en Barcelona.

Manifestación contra la reforma laboral, en febrero del 2014 en Barcelona. / periodico

MERCEDES JANSA / MADRID

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A punto de cumplirse cuatro años de la reforma laboral del Gobierno del PP, la precariedad se ha asentado tanto en el empleo como en los sueldos y se ha extendido la realidad de que se puede tener trabajo pero vivir en la pobreza. Casi seis millones de asalariados (5,9 millones) cobran sueldos inferiores al salario mínimo interprofesional (SMI), fijado en 655,20 euros mensuales para este año. Representan el 35% de todos los trabajadores por cuenta ajena que había en el 2014 (cerca de 14 millones) y son 220.000 personas más que antes de que se aprobara la reforma laboral.

La devaluación salarial que ha dejado la crisis se refleja en los datos de recaudación del impuesto de la renta de las personas físicas (IRPF) de la Agencia Tributaria que señala que el salario medio ha bajado de los 19.102 euros del 2011 a los 18.420 del 2014, último año de datos oficiales publicados. En este tiempo la renta familiar ha caído el 7,3% y la personal, un 4,3%, según apunta el sindicato UGT en un informe sobre las consecuencias de la reforma laboral.

Tras la crisis ha aumentado la población en riesgo de pobreza que en España alcanza al 30% de los ciudadanos, cinco puntos más que en el 2009.

MENOS EMPLEO

Como reiteradamente han  puesto de manifiesto la encuesta de población activa (EPA) y los datos del paro registrado, la cantidad y la calidad del empleo se ha depreciado en el último lustro. Hay un 3% menos de empleo mientras que la tasa de paro ha crecido en un 0,7%, según UGT, sindicato que considera que la destrucción de empleo se debe sobre todo a las facilidades que la reforma laboral da a las empresas para ajustar las plantillas mediante el despido.

En los últimos cinco años la tasa de actividad ha caído por debajo del 60%, entre otras cosas, porque más de medio millón de activos han quedado fuera del mercad laboral. En este grupo se incluyen los españoles que han buscado trabajo en otros países, los emigrantes que han retornado a los suyos y el efecto desánimo que retrae la búsqueda de empleo a los jóvenes sin estudios o a los parados de más edad.

PROPUESTAS AL FUTURO GOBIERNO

Los sindicatos UGT y CCOO  y las organizaciones empresariales CEOE y CEPYME están elaborando un documento para hacer llegar al futuro Gobierno, con los objetivos sociolaborales para la próxima legislatura. La lucha contra el paro mediante el cambio en el modelo productivo, un plan de choque para los parados de larga duración así como un cambio en las políticas activas de empleo, son algunas de las reclamaciones sindicales, junto con el compromiso de erradicar la pobreza.

Los sindicatos han constatado que hay una mayoría parlamentaria para derogar la reforma laboral, que debería encaminarse a "acabar con la precariedad en el empleo, fortalecer la contratación indefinida y recuperar la causalidad de la contratación temporal", según el secretario de acción sindical de UGT, Toni Ferrer.

En el informe sindical, elaborado con los datos oficiales del Ministerio de Empleo y del antiguo Inem se destaca que la contratación temporal ha crecido el 66,4 % frente al aumento del 11,8 % de la contratación indefinida.

MAYOR TEMPORALIDAD

El 24% del total de los contratos firmados el año pasado tuvieron una duración máxima de siete días, mientras que antes de la reforma representaba el 20%. Aunque la reforma laboral no ha cumplido con uno de los objetivos más proclamados cuando se aprobó, como era acabar con la temporalidad, sí ha empeorado la precariedad ya que el contrato a tiempo parcial ha despuntado con fuerza.

Desde febrero del 2012 el número de contratos a tiempo parcial ha crecido el 70%, 13 puntos más que la contratación a tiempo completo. A finales del año pasado el 40,6% de los contratos indefinidos y el 32,5% de los temporales tienen una jornada laboral parcial.