PEDRO SOLBES. Vicepresidente y ministro de Economía del 2004 al 2009

«Soy responsable de errores y pido disculpas»

El exvicepresidente económico del Gobierno Pedro Solbes, en Madrid.

El exvicepresidente económico del Gobierno Pedro Solbes, en Madrid.

ROSA MARÍA SÁNCHEZ
MADRID

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Cuatro años después de su salida del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el exvicepresidente y exministro de Economía y Hacienda Pedro Solbes (Pinoso, Alicante, 1942) ha decido publicar sus memorias. En los últimos capítulos de su libro Recuerdos reconoce que «su mayor error» en su larga carrera de más de 40 años de «servidor público» fue participar en la segunda legislatura de Rodríguez Zapatero a pesar de sus evidentes discrepancias públicas, pero sobre todo privadas.

-¿Y no fue un error aún mayor no haber dicho con claridad qué opinaba sobre la grave situación económica a la que se enfrentaba el país?

-Se me acusa mucho, de forma errónea, de haber dado una versión sesgada. Algunos dicen que mentí en el debate con Manuel Pizarro. No es cierto. Yo explicaba la situación de la economía en ese momento. Luego la crisis de Estados Unidos hizo todo más difícil. A finales del 2008 y principios del 2009 le conté al presidente lo que había que hacer. Pero su visión sobre la solución de la crisis y la mía no era la misma. Le dije que debía marcharme y él tomó esa decisión en abril. Y me marché sin haber logrado lo que pretendía cuando acepté presentarme a la elecciones, ayudar a la solución de la crisis.

-Mentir es decir lo contrario de lo que se piensa con intención de engañar...

-...Si es así, yo no mentí. Siempre dije lo que pensaba, seguramente edulcorando algunos temas para no crear alarma social.

-¿En qué medida se siente responsable de los casi 6 millones de hoy?

-Esa es una pregunta trampa. Responsable soy de mi periodo, aunque nunca hay un solo responsable. Es verdad, tengo una responsabilidad por los errores que haya podido cometer y lo siento enormemente, y por eso pido disculpas.

-¿Alguno de estos parados le ha hecho llegar su malestar?

-Alguna vez, en la calle.

-¿Qué hubiese pasado de haberse aplicado las reformas que propuso al presidente en enero del 2009?

-Hubiésemos empezado a hacer las reformas un año antes. ¿Qué hubiera sucedido en el 2010 con el contagio de la crisis de Grecia? No sé, pero sin duda habría sido distinto.

-La ministra Báñez dice que habría 2,5 millones de parados menos.

-No sé qué cálculos son esos.

-¿Le molesta que el PP le use de punta de lanza contra el PSOE?

-No me gusta. No era el objetivo del libro, ni mucho menos.

-¿Por qué no trasladó ese real decreto a Rodríguez Zapatero?

-Era un documento interno en el que estábamos trabajando. Yo trasladé al presidente un borrador de estrategia global, que era otra cosa.

-Y Zapatero le dijo que eso costaría dos huelgas generales. Y después no ha habido dos sino tres, a medida que Zapatero y Rajoy han aplicado lo que usted propuso.

-Si se considera que unas propuestas de ajuste son necesarias hay que explicarlo a los ciudadanos y correr con los riesgos.

-¿Por qué no se actuó antes en el sector financiero? Los inspectores del Banco de España le advirtieron por carta en el 2006 del riesgo de insolvencia en todo el sector por las burbujas de crédito e inmobiliaria.

--El documento se recibió y se remitió al Banco de España y a la Secretaría de Economía para que dieran su opinión y no tengo ninguna sensación de haber tenido ningún debate al respecto. El Banco de España tenía una estructura que teóricamente debía ser capaz de recoger y valorar esa información.

-¿Cómo se hubiera podido pinchar a tiempo y de forma controlada?

-Greenspan decía que las burbujas no se pinchan, sino que es mejor prepararse para cuando explotan. En la crisis anterior la burbuja se pinchó subiendo los tipos de interés, pero eso ya no podíamos hacerlo dentro del euro. Se hicieron cosas como la reserva genérica de las entidades financieras. Intentamos suprimir las ventajas fiscales a la compra de vivienda pero la reacción fue enorme.

-¿Si se hubiera aceptado la propuesta de concierto fiscal para Catalunya que en su día formuló el tripartito, no existiría el debate soberanista en los términos de hoy?

-El debate sería otro. El problema es que era inconstitucional.

-¿Cuál fue su opinión sobre la disposición tercera del Estatut (que garantiza un nivel de inversión en infraestructuras en Catalunya equivalente a su peso en el PIB español)?

-Nunca me gustó incluir en los estatutos niveles de inversión determinados. En Catalunya tenía un cierto sentido, porque era temporal y porque había retrasos respecto a las inversiones en otros territorios. El fondo era correcto, pero el instrumento utilizado, el Estatut, no lo era.

-¿Su incorporación al consejo de  Enel (tras haber comprado Endesa durante su mandato) es un mal ejemplo de puerta giratoria entre política y sector privado?

-Existe un sistema de incompatibilidades con periodos claros y precisos y yo fui respetuoso con él. Además, yo no tomé ninguna decisión en esa operación, la tomó el mercado. Endesa la compró quien pagó más.

-¿Ha logrado exorcizar su sentimiento de culpa con este libro?

-Sigo sintiendo que nos equivocamos en algunas cosas y que podríamos haberlo hecho mejor.