SISTEMA FINANCIERO

Calzada considera correcto vender obras de arte a Caixa Girona mientras era presidente

El expresidente dice ante la comisión de cajas de ahorros del Parlament que los servicios jurídicos de la entidad nunca se opusieron

MAX JIMÉNEZ BOTÍAS / Barcelona

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"Sabe que la ley de cajas considera incompatible que los consejeros vendan suministros, servicios o trabajos a su entidad”, le ha preguntado esta mañana el portavoz de Ciutadans en la comisión de cajas de ahorro del Parlament al que fuera presidente de Caixa Girona, Arcadi Calzada hasta el 2009. “No tuve conocimiento y no considero que fuera un contrato de suministros”, ha contestado en relación al informe realizado por la inspección de la dirección general de Política Financera de la Generalitat en el que se asegura que empresas relacionadas con Calzada y familiares de este vendieron obras de arte a la caja mientras este era presidente de la entidad.

El informe, respecto al cual Calzada ha insistido en varias ocasiones que había sido finalmente archivado, ha centrado la mayor parte de las preguntas de los portavoces en la comisión de investigación sobre posibles responsabilidades derivadas de la actuación y gestión de las entidades financieras catalanas. Las preguntas de los diputados se han centrado más en la ética de esas actuaciones que en las responsabilidades judiciales. Calzada, que en una de sus respuestas ha señalado que “la ética es relativa”, reconoció que su galería vendió a Caixa Girona obras de arte por valor de 500.000 euros como regalos de navidad a miembros de consejo, de la comisión de control y a algún buen cliente.

Se ha escudado en que esa práctica ya se realizaba antes de que él fuera presidente de la caja y en que jurídicamente no había ningún impedimento. “Era uno de mis negocios. Desde siempre habíamos vendido obras de arte a la institución. Si los servicios jurídicos me hubiera advertido de que no se podía hacer, no lo hubieran hecho”, ha contestado a una de las preguntas.

Calzada abandonó la caja antes de que se produjera la integración en CaixaBank y ha reiterado que desconocía que la entidad hubiera tenido un agujero de 2.000 millones cuando esta se integró en el banco de La Caixa. “No me consta que la entidad tuviera ningún agujero”, ha contestado en varias ocasiones. Ha ponderado, por otra parte, que la caja no vendió participaciones preferentes ni deuda subordinada más que en un pequeño porcentaje y a clientes profesionales y que no llevó a cabo desahucios durante su mandato.