Los Godia, una familia del régimen que apostó por el sector inmobiliario

El padre de Liliana Godia, Francisco, fue el primer piloto español de la Fórmula 1

Francisco Godia, en una imagen de archivo, durante su etapa de piloto de fórmula 1.

Francisco Godia, en una imagen de archivo, durante su etapa de piloto de fórmula 1. / periodico

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Liliana Godia ha sido en los últimos años una de las mujeres más influyentes de España, tanto desde la órbita cultural como empresarial. Su influencia y riqueza provienen de un emporio empresarial que impulsó su padre, Francisco Godia, y que se ha canalizado a través de de BCN Godia, sociedad con unos fondos propios de unos 100 millones de euros y a través de la que ha realizado importantes inversiones inmobiliarias, además de ser uno de los instrumentos tenedores de parte de las participaciones que la familia mantiene en Abertis (y hasta hace poco del hotel W), entre otras incursiones. Las infraestructuras, el turismo, las telecomunicaciones e incluso la gestión logística han conocido el peso del apellido Godia. En el plano cultural, Liliana Godia se ha hecho un lugar de honor a través de la Fundación Godia, referente mundial en la difusión del arte.

Los cimientos de Liliana Godia se asientan en su padre, Francisco Godia, fallecido en 1990 y que fue considerado el oficial más joven del Ejército de Franco durante la guerra civil. A lo largo de su vida, alternó el mundo de la empresa con su afición a las carreras de automóviles. Fue el primer piloto español de la Fórmula 1 cuando, en 1945, debutó en el circuito de Montjuïc, a los mandos de un Hotchkiss. En 1949, se dio a conocer de forma internacional cuando participó en las 24 horas de Le Mans, junto a Juan Jover Sañés, con el equipo oficial Delage. Entre 1954 y 1958 disputó el Campeonato del Mundo de Fórmula 1, pilotando automóviles Maserati. En 1969 se retiró de la competición activa, pero continuó vinculado al mundo del motor y fue decisivo a la hora de construir el Circuit de Catalunya.

La familia Godia vivió las mieles del triunfo económico durante el franquismo. Vinculados por los hitoriadores al Porciolismo, la familia acrecentó su fortuna alrededor del exalcalde de Barcelona José María de Porcioles y de personajes ilustres de la época como Juan Antonio Samaranch, Mariano Calviño, expresidente de Aguas de Barcelona, y el letrado Jaime de Semir, máximo exponente de los principales bufetes de abogados. La familia de Pedralbes mantuvo también lazos estrechos con Emilio Botín padre, por lo que se convirtieron en tradicionales impulsores de los negocios del Banco Santander en Catalunya.