Empresa y empleados de Iberia aceptan un mediador

Tras cuatro jornadas de huelga, los representantes de la empresa y de los trabajadores de Iberia acordaron ayer proponer al Ministerio de Fomento la mediación del catedrático de Derecho privado social y económico de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) Gregorio Tudela.

Fue la propia ministra de Fomento, Ana Pastor, quien anunció ayer en los pasillos del Congreso de los Diputados el acuerdo entre las partes. «Esperamos que de este modo se den los pasos en la buena dirección y se pueda llegar a un acuerdo entra las partes», dijo la ministra. «Es un avance importante, desde luego. El objetivo del Gobierno desde el primer momento es impulsar que pueda haber acuerdos entre trabajadores y empresa , porque solo en el acuerdo y en el que todos hagan sacrificios seremos capaces de que Iberia vaya adelante y tenga futuro», añadió.

La designación de un mediador no interrumpirá ni la agenda de movilizaciones de los sindicatos ni los plazos marcados por la empresa.

Si el próximo 14 de marzo no se logra un acuerdo, la compañía continuará adelante con sus planes, según fuentes sindicales, que incluyen 3.807 despidos y una reducción de la capacidad operativa de Iberia del 15%. Por su parte, los sindicatos mantienen su calendario de huelgas. Hoy finaliza la primera semana de paros que continuarán durante otros 10 días en marzo. Aun no está decidido si las movilizaciones se extenderán a la Semana Santa. El sindicato de pilotos Sepla se mostró ayer dispuesto a no sumarse a los 10 días de huelga previstos en marzo si la dirección de la aerolínea readmite a un grupo de al menos 10 pilotos que fueron despedidos por distintos motivos en el año 2012.

La mediación tampoco detiene el periodo de consultas del despido colectivo que ha planteado la compañía, por lo que el catedrático Gregorio Tudela deberá trabajar con las partes a contrarreloj.

De momento, ayer un amplio número de trabajadores de Iberia secundó ayer la cuarta jornada de protestas que, en general, transcurrió sin incidentes y con una elevada presencia policial en el interior de la Terminal 4 del aeropuerto Madrid-Barajas. Varias centenas de trabajadores entregaron 53.490 firmas en el Ministerio de Fomento para evitar «el desmantelamiento» de la aerolínea de bandera española.