EMPRESA INNOVADORA

El 'prêt-à-porter' de gestión

Innovador 8 Juan Antonio Fernández, consejero delegado de Unit 4.

Innovador 8 Juan Antonio Fernández, consejero delegado de Unit 4.

J.-M. U.
BARCELONA

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«No hay que renunciar a hacer las cosas más sencillas y más simples». Es la frase de presentación de Juan Antonio Fernández, consejero delegado de Unit 4 Ibérica, la filial de la multinacional holandesa del mismo nombre que está en la élite mundial de los programas de gestión empresarial. Aunque sencillez e informática no siempre son términos coincidentes («muchos directivos son aún inmigrantes digitales, los nativos son las generaciones más jóvenes»), a la tesis de Fernández le avala la presentación de los nuevos programas de planificación de recursos empresariales (ERP) de la compañía, en cuya elaboración participan más de 500 empleados de Unit 4 en los centros de Barberà del Vallès y Granada.

Los tres millones de euros y 70.000 horas invertidos para desarrollar los nuevos programas (ERP Ekon y Business Analytics) no son estrictamente de laboratorio. La singularidad es que se parte del contacto permanente los clientes, más de 2000 -desde empresas del Ibex a pymes-, lo que genera un flujo de propuestas de innovación extraídas de la práctica diaria que justifica que cada 18 meses Unit 4 pueda presentar la actualización de sus programas. El último, con más de 400 nuevas características.

«Las tabletas y los teléfonos inteligentes han marcado la pauta innovadora», precisa Fernández. En la práctica los nuevos programas de gestión incorporan soluciones que responden a tres tipos de necesidades: que los usuarios tengan acceso a sus documentos de trabajo desde cualquier sitio donde estén (movilidad); que cada usuario pueda adaptar el programa a sus métodos de trabajo (usabilidad); y que de esa experiencia mejore el rendimiento empresarial (optimización).

Este último aspecto requiere una visión más amplia de por dónde va el sector de programación para empresas. Hay un espacio entre los grandes fabricantes y los usuarios finales que ocupan los llamados integradores, quienes adaptan las grandes innovaciones de las multinacionales a las necesidades de cada empresa.

Un punto neurálgico que ha causado no pocas desmotivaciones entre los directivos de empresa que toman decisiones de compra: cuesta entender el maldito término de obsolescencia, o sea, que en pocos años hay que reinvertir hasta el 50% del primer coste de un programa para introducir las actualizaciones. Es el prêt-a-porter digital, el usuario puede adaptarse el traje por su cuenta.

Según Fernández, el mérito de Unit 4 ha consistido en que esta reinversión, en sus programas, se quede solo en el 10% del precio inicial. Consecuencia directa de repensar la sencillez.