Competitividad de la industria

Automóvil atractivo

Acceso de trabajadores a la fábrica de Nissan en la Zona Franca de Barcelona.

Acceso de trabajadores a la fábrica de Nissan en la Zona Franca de Barcelona.

ANTONI FUENTES
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La foto del mapa de la competitividad está clara. Mientras que en la fábrica deNissanen Barcelona sefirmaba un acuerdoacuerdopara reducir costes y crear 1.000 puestos de trabajo, los empleados de Renault cortaron carreteras en protesta por una reducción de más de 8.000 empleos. Es la cara y la cruz del momento actual de la competitividad en el automóvil europeo.

La devaluación 'de facto' de lascondiciones laboralesy la presión ejercida por lareforma laboralhan que España haya emergido como una nueva potencia industrial que ha atraído o está en proceso de captar inversiones que pueden suponer la creación de alrededor de 6.000puestos de trabajo. Y no es el final de la buena racha puesto que hay otras inversiones en juego como la de un todocamino enSeatque puede ayudar a llenar la fábrica deMartorell.

«España se está beneficiando de inversiones para un nuevo ciclo de productos durante varios años gracias al efecto de la crisis, que hace que los sindicatos acepten algunas cosas impensables hace un tiempo», afirma José Antonio Bueno, socio de Europraxis y experto en automoción. A la diferencia a favor de España en los costes laborales hay que añadir las facilidades en flexibilidad y en los despidos a diferencia «de las complicaciones existentes en esos aspectos en un país como Francia», añade Bueno. La competitividad española se completa con una red eficiente de proveedores y logística, dos eslabones cada vez más importantes.

Los acuerdos laborales firmados en varias fábricas españolas se han convertido en un referente para las negociaciones de las empresas matrices en sus países de origen, en los que los expertos alertan del exceso de capacidad productiva y de unos costes que pueden estar entre un 20% y un 40% por encima de sus colegas españoles.

Al calor de esos pactos se han anunciado una lista deinversionesque empezaron con el Audi Q3 en la planta de Martorell, que permitió crear o salvar 1.500 empleos; nuevos modelos de camiones de Iveco en Madrid y Valladolid que supondrán 1.300 contratos nuevos; más producción en las fábricas de Renault en Valladolid, Palencia y Sevilla con la incorporación de 1.300 empleados; unos 700 empleos en Barcelona y Ávila gracias a la asignación de una furgoneta eléctrica y un camión de Nissan; unos 300 trabajadores nuevos para el ensamblaje de la berlina Elysee en la planta de Citroën en Vigo y una cifra por determinar por el traslado de dos vehículos de la factoría de Ford en Bélgica, que cierra, a la de Valencia.

«Se han obtenido importantes inversiones a las fábricas españolas. Esto es un reflejo de que nuestras factorías pueden contribuir de manera notable al ansiado crecimiento económico español», destacó ayer la Asociación de Fabricantes (Anfac), que prevé una mejora de la producción del 11% este año tras una caída del 16,6%.