Marisol López, Les Liantes de la Troka: "Lo mejor es que entre todas logramos hacer cosas que nos parecían imposibles"

El discurso pesimista dice que son tiempos de individualismo salvaje, que a nadie le importa nadie, que todo el mundo va a la suya. La realidad nos demuestra que cada día hay más personas que tienen ganas de estar con otras personas, de compartir aficiones y recursos, de dar lo mejor de sí mismas, de aprender de otros y dejar que otros aprendan de ellos. A continuación les ofrecemos cuatro ejemplos que prueban que juntos no solo lo hacemos mejor: también lo pasamos mejor

Les Liantes de la Troka, en Sabadell

Les Liantes de la Troka, en Sabadell / JOSEP GARCIA

IMMA MUÑOZ / Barcelona

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De que son una artistas tenemos una prueba irrefutable: nuestra portada. La han hecho ellas enterita, de cabo a rabo, con la profusión de técnicas que se enseñan unas a otras: patchwork, ganchillo, punto de media, punto de cruz, 'granny'... Esa portada da fe de otra cosa: su generosidad. Hasta la última puntada se ha dado, y nunca mejor dicho, por amor al arte. Por diversión. Por ganas de participar. Por el cosquilleo del reto, eso que dice Marisol López, una de las componentes del grupo de labores, que es lo mejor de formar parte de él: "Ver que entre todas logramos hacer cosas que nos parecían imposibles". Como esta portada, ni más ni menos.

Les Liantes de la Troka, como han bautizado al colectivo estas mujeres que se reúnen los sábados por la mañana en Sabadell o en Sant Quirze, nació hace un par de años, de la mano de Dolors Gomà y con un quórum reducido: sus cuñadas y algunas amigas, como Maite Rufat, que sigue formando parte de él. Quedaban cada dos semanas, y a veces se encontraban con que eran solo un par. Aun así, Dolors dejaba constancia de ello en un blog: www.eltallerdebielisa.com. La llegada de Lídia Cruells, responsable del mayor portal de labores de España, Portaldelabores.com, con más de 10.000 seguidores en Facebook, y de Mari Carmen Rodríguez (elcalaixdelarosseta.blogspot.com) fue providencial: a través de las redes sociales dinamizaron el grupo hasta llegar al momento dulce que vive hoy, ya consolidado y en contacto con otros grupos similares.

Olvidar los problemas

Varios son los alicientes que encuentran estas mujeres en sus kedadas, como ellas las llaman, pero se resumen sobre todo en la evidente camaradería que tienen y lo mucho que aprenden unas de otras. "Todas tenemos nuestros problemas, pero durante dos horas los dejamos en la puerta", dice Dolors. "Es un rato para nosotras", añade Montserrat Carrés, que a menudo viene acompañada por su sobrina Berta, artista en ciernes que le quita a Feli Guardiola, de 33 años, el cetro de la asistente más joven.

Feli, que también tiene un blog de labores (elpuntdelafeli.blogspot.com, cuyas propuestas fueron las que captaron a una de las incorporaciones más recientes, Carina Pijoan), se aficionó al punto durante la larga convalecencia de una operación de espalda. "Me sirvió para sobrellevar un mal momento", dice. Del valor terapéutico de estas actividades puede hablar también Lídia, que, como voluntaria de la Fundació Ànima, enseña a hacer punto y otras labores a las madres ¿y los padres que quieren, que alguno hay¿ de los niños ingresados en nefrología del hospital Vall d¿Hebron. "Tienen muchos ratos de angustia, y les ayuda compartirlos y llenarlos así", explica.

Hacer labores no es barato, pero, para ellas, vale la pena hacer la inversión. Y, además, como dice Mari Carmen, todo es cuestión de prioridades: "Yo he cambiado las tiendas de ropa por tiendas de labores". Y está encantada. "No hay mayor satisfacción que hacer algo tú misma".