UNA historia de ciutat vella... Espai Santa Caterina

De la edad de bronce al siglo XXI y más allá

El yacimiento de la plaza de Joan Capri resume la creación y evolución del barrio

El origen 8 Plafones sobre Santa Caterina y, tras el cristal, los restos.

El origen 8 Plafones sobre Santa Caterina y, tras el cristal, los restos.

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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El único árbol de la plaza de Joan Capri, justo detrás del mercado de Santa Caterina, recién plantado, crece junto a un plafón. también nuevo, en el que se explica la evolución de este espacio y se señala el yacimiento arqueológico Espai Santa Caterina. «El árbol y los carteles representan el pasado y el presente de este lugar y también representa el futuro e incorpora los restos en el espacio urbano», explica satisfecho Joan Roca, director del Museu d'Història de Barcelona.

Debajo de la plaza. ligeramente abombada, se encuentran las piedras de un primer monasterio del siglo XI. Y de la ampliación realizada por los padres dominicos en 1243. Hasta 1369 el cenobio acogió las reuniones del Consell de Cent, que gobernaba la ciudad. En los dos siglos siguientes el convento se convirtió en uno de los conjuntos góticos más importantes de la ciudad, hasta que en 1837, con la desamortización, se derribó. En 1848 se construyó en la enorme plaza el mercado, el primero cubierto de la ciudad. Tal vez por eso, en la reforma integral, que duró de 1997 al 2005, se dio tanta importancia al tejado, ahora multicolor. Enric Miralles y Benedetta Tagliabue, vecinos ambos del barrio de Santa Caterina, firman la obra.

Curiosamente, al yacimiento arqueológico se accede a través del mismo mercado, ya sea desde la zona de paradas o a través de dos puertas laterales. Una gran cristalera permite la entrada de la luz natural y una visión curiosa: a los pies del visitante, siglos de piedras; delante, el pequeño árbol y los plafones en la plaza abovedada de Joan Capri, y a un lado, una escultura del artista estadounidense Lawrence Weiner, de 71 años, que invita sentarse en ella bajo el lema Justo en el mismo lugar tal como es. «Todo da una visión de conjunto, desde el yacimiento a la escultura», añade Roca, quien adelanta la próxima colocación de un sistema de pantallas interactivas para explicar el yacimiento y la evolución de la zona. De momento, un gráfico superpone las etapas de los restos hallados allí: edad de bronce (1800 antes de Cristo), taller cerámico (siglo I), necrópolis (s.IV-VI), hábitat (s.XI-XII), y las distintas fases del convento. Y encima, el recuerdo del humor de Joan Capri y el moderno, funcional y luminoso mercado.