Irene Montalà: "Can Peguera es mi hogar y me siento orgullosa de ello"

La actriz del barrio de Nou Barris triunfa en la serie 'El barco' de Antena 3

Vestigios en pie La iglesia tapiada del manicomioEN EL PARQUE CENTRAL DE NOU BARRIS ESTÁ EL TEMPLO DEL HOSPITAL MENTAL DE LA SANTA CREU «PASAN LOS AÑOS Y AQUÍ SIGUE», SEÑALA MONTALÀ.

Vestigios en pie La iglesia tapiada del manicomioEN EL PARQUE CENTRAL DE NOU BARRIS ESTÁ EL TEMPLO DEL HOSPITAL MENTAL DE LA SANTA CREU «PASAN LOS AÑOS Y AQUÍ SIGUE», SEÑALA MONTALÀ.

CARME ESCALES
BARCELONA

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Irene Montalà forma parte de ese colectivo de actores catalanes que, por trabajo, comparte su vida entre Madrid y Barcelona. Navegando en la capital sin mar, la actriz no siente tanta tranquilidad como la que recupera cada vez que desembarca en su barrio barcelonés de Can Peguera. Es el lugar en el que nació y al que regresa siempre que viene a Barcelona.«Para mí Can Peguera es mi hogar, mi casa. Amo mi barrio profundamente y me siento muy orgullosa de ello, de pertenecer a un barrio de gente trabajadora y muy comprometida con la lucha obrera y las mejoras en el entorno vecinal», destaca Irene Montalà, que se dio a conocer en televisión en la serie Poblenou, de Televisió de Catalunya, en la que interpretaba el papel de Júlia Canals.

Al pie del Turó de la Peira, está el barrio de la actriz, Can Peguera. Es conocido por sus peculiarescasas baratas, pequeñas viviendas unifamiliares de una sola planta con un pequeño patio frente a la puerta de la entrada. Son casas que conservan la estructura, esencia y carácter de una época. El Patronat Municipal de l'Habitatge construyó el conjunto en 1929, para reubicar en él a los trabajadores que vivían en barracas de Montjuïc.

«El ambiente del barrio siempre fue como el de una minisociedad totalmente abierta a todos», precisa la actriz.«Yo he crecido entre andaluces, mis abuelos llegaron aquí desde Almería, y también junto a una importante comunidad gitana. Se hablaba catalán y castellano sin problemas»,añade Montalà. «Así es como aprendes a quitarte prejuicios», señala alguien que lleva en su ADN el barrio en el que se crió.

Calles con nombre de número

Como un pequeño Manhattan en Nou Barris, las calles del barrio de Irene Montalà también tienen números asignados para identificarlas.«Me acuerdo de pequeña cuando me decían en casa: ves a decirle tal cosa a la Conchita de la calle Nueve», rememora.«Yo he jugado toda mi infancia en la calle», dice. En pocos metros se organizaba el entretenimiento.«Jugábamos al escondite y nos colocábamos detrás de un árbol, o en un callejón, hasta que yo me cansaba. Pero no nos hacía falta casi nada para distraernos»,reflexiona la vecina. Can Peguera es uno de los 13 barrios del distrito de Nou Barris y debe su nombre al pegamento que se fabricaba en la zona con resina de los pinos de las pinedas próximas.

El barrio es hoy uno de los últimos testimonios vivos de un tipo de construcciones sociales en Barcelona que, además, sus propietarios han sabido conservar.«Hemos ido arreglándolas y es bueno que podamos seguir haciéndolo muchos años. Espero que estas casas siempre continúen aquí porque representan una parte de la historia no solo de Barcelona, sino del país»,defiende la actriz, a la que pronto podremos ver en la películaAlpha, de Joan Cutrina. El trabajo -actualmente en fase de posproducción- es la historia, basada en hechos reales, del devenir de tres amigos en la Barcelona contemporánea, uno de los cuales acaba en prisión por narcotráfico.

Actriz en y para el barrio

A sus 36 años, Irene Montalà cuenta ya con una cuarentena de interpretaciones en reputadas series de televisión y películas cinematográficas como la galardonada con el premio Meliès de Plata en el Festival de Cine de Estrasburgo, Insensibles, de Juan Carlos Medina.

Pero hay una intervención muy especial de la actriz, una colaboración con su amigo de infancia«somos amigos desde los 3 años» -puntualiza-, que habla de su distrito de Nou Barris en primera persona. Irene es uno de los personajes del documental72 horas, de Oriol Murcia, hijo de un luchador y defensor del progreso en el barrio, Manolo Murcia. El documento presenta la realidad del barrio a principios de los 60, la pobreza, las luchas obreras para lograr mejoras laborales, el esfuerzo vecinal por lograr un semáforo para tranquilizar a las familias con niños que iban solos a la escuela...«A nuestro barrio llegó el primer autobús porque un vecino secuestró uno en marcha y muchos otros vecinos se le unieron en esa lucha para conseguir una línea que pasara por estas calles con tantas pendientes...», explica Montalà.

«Ir al centro de Barcelona era siempre como una excursión. Nuestra vida estaba en el barrio, aunque para ir al instituto tenía que caminar tres cuartos de hora, pero valía la pena. Mis profesores motivaban y te formaban como persona», explica la vecina de Can Peguera.