La solidaridad vive al lado

Una de cada tres personas que necesitan ayuda no se atreve a pedirla. En el barrio de Sant Antoni, se calcula que son cerca de 4.000 personas. Por ello, desde el pasado enero la oenegé De Veí a Veí se encarga de ayudar a los que lo necesitan y también de detectar a aquellos que no piden apoyo.«Proporcionamos alimentos frescos, productos de higiene y también objetos en préstamo, como muletas, carritos de bebés o sillas de ruedas», explica Rafael Martínez, presidente de la organización solidaria.

Pescado a precio de coste

De Veí a Veí nació en enero del 2012, y desde entonces ya ha logrado que más de 1.000 vecinos reciban comida. Otros 223 han percibido productos de higiene y se han distribuido más de 72 objetos.«Las necesidades son muy diversas. A una vecina le proporcionamos un armario y una cama para poder alquilar una habitación».

Según explican los miembros de la oenegé, los propios vecinos detectan las necesidades de la gente que vive, trabaja o estudia en Sant Antoni. Enric Bernaus, comerciante del barrio que se dedica al textil y a la confección, explica: «Llevo toda la vida viviendo aquí y conozco a mucha gente. Todos pueden ser contactos que aporten su granito de arena».

María José Juan es otra de las voluntarias de la entidad. Ella tiene un puesto en el mercado de Sant Antoni.«La manera que tengo de colaborar es dar a la oenegé, cada 15 días, pescado a precio de coste», afirma la pescadera.

La entidad solidaria prevé preparar una escudella solidaria en Navidad con la colaboración del mercado y comerciantes. Aníbal do Nascimento Branco envasará embutidos para más de 100 familias y el donativo se incluirá en un lote navideño.«Estamos en un barrio de gente excepcional. Hay quien ha llenado el carro de la compra de comida y nos lo ha dado. También nos han regalado una nevera nueva y nos han reparado una moto para que la vendamos y podamos comprar otras cosas», asegura Rafael Martínez.

De Veí a Veí hará público a finales de este mes su resumen de cuentas para mostrar su labor con sus vecinos.

La oenegé atiende las peticiones de sus vecinos en la avenida de Mistral, 30, con cita previa.«No nos gustan las colas, porque despersonalizan». aclara su presidente. Martínez añade que la filosofía de la entidad es«hacer piña y crear una estructura, un colchón, para que si alguien llega a caer, se pueda levantar otra vez». Ahora, De Veí a Veí dispone de dos locales municipales en el barrio para almacenar los objetos y alimentos que reciben.