El Levante también abochorna a un endeble Madrid (2-2)

Otro batacazo para un Madrid que bordeó este sábado el ridículo en el Ciutat de València, en donde antes del choque de este sábado había ganado en nueve de sus 11 visitas. Ni le sirvió adelantarse en dos ocasiones ni dejó ver todas esas cualidades que aireaba Zidane en la previa con una semana entera de trabajo para recuperar buenas sensaciones. No parece suficiente para un equipo que se cae con una facilidad pasmosa, que sufre atrás en cada encuentro y que queda muy  expuesto con vistas al choque contra el PSG, que puede hacer una sangría en el Bernabéu el 14 de febrero después de ver cómo el Levante zarandeaba a un equipo inconsistente en el que Cristiano acabó en el banquillo y al que no le valieron los goles de Ramos e Isco más que para firmar un penoso empate (2-2).

Con el equipo de gala, incluida la BBC, el Madrid volvió a desplomarse en otra penosa entrega que le sitúa como un equipo caótico, sin ninguna personalidad y tendente a la autodestrucción. Una cuesta abajo imparable de la que nada ni nadie parece capaz de sacarle.  Si el encuentro en el Ciutat de València era un ensayo para la gran cita de la temporada frente al PSG en Champions, el Madrid volvió a suspender en todas sus líneas. Atrás fue un coladero, en el centro del campo solo emergió Modric y arriba vivió de una jugada a balón parado para el gol de Ramos y de un error de Postigo para el tanto de Isco.

Gol a balón parado

Ni siquiera mandar en el encuentro y adelantarse a los 11 minutos le otorga cualquier tipo de fiabilidad. No le valió tener una posesión cercana al 80 por ciento en la primera mitad para hacer daño a un rival muy discreto atrás pese a sus dos líneas, una de cinco y otra de cuatro, y a su escasa proyección ofensiva. Se adelantó el Madrid en un remate de cabeza de Ramos tras un saque de esquina de Kroos que Benzema no llegó a tocar y que el meta Oier se tragó (m. 11). Parecía el inicio de una cómoda victoria con todos los signos positivos de lo que se había preparado durante la semana. Presión, control del balón con Modric al mando, y llegadas por los laterales. Pero el equipo de Zidane volvió a quedarse anclado en un control insustancial y sin capacidad para volver a dejarse ver con peligro por el área de Oier.

Por ahí no aparecía Cristiano, que buscaba su gol número 15 ante el Levante en 14 enfrentamientos después de sus dobletes ante Deportivo y Valencia. Tampoco el resto de la BBC, Bale y Benzema, marcaban cualquier tipo de diferencia. Poco a poco, el Madrid comenzó a dejarse ir y a perder el rumbo hasta terminar por abandonare y aupar a un equipo que comenzó a creérselo ante la atonía de su rival.

Vuelta a la vulgaridad

En esa vuelta a la vulgaridad aparecieron los agujeros en defensa. En uno de ellos, Ramos se comió el desmarque de Morales para encarar a Navas, que respondió con una gran intervención, aunque no pudo hacer nada en el posterior remate de Boateng con la derecha (m. 42). El gol sonrojó a un equipo que vio en el arranque de la segunda mitad cómo el Levante le perdía cualquier  tipo de respeto para ir a por el partido. Estuvo a punto de hacerlo Lerma en un contragolpe que nació en un saque de esquina del equipo de Zidane. Otra vez Navas apagó el incendio con una buena intervención (m. 56).

Lejos de imponer la jerarquía que se le supone al Madrid frente a un rival inferior, el conjunto blanco fue un manojo de nervios. Salió Isco para sostener a su equipo y recuperar el balón. No solo lo consiguió, sino que rescató al Madrid del pozo con el segundo tanto, que llegó tras un grave error de Postigo que le regaló el balón a Benzema. El francés  asistió a Isco, que marcó con la derecha (m. 81).

No acabaron ahí los sobresaltos para un equipo del que salió Cristiano con cara de pocos amigos con dirección al banquillo en favor de Asensio.  Jason tuvo el empate en un cabezazo casi imposible de fallar. No lo hizo el debutante Pazzini, que aprovechó un error de Carvajal para marcar con la derecha y poner en todo lo alto otro empate que deja en muy mal lugar a un Madrid que volvió a las tinieblas a 11 días de vérselas con Mbappé, Neymar y compañía.

Así hemos narrado el partido al minuto: