El Madrid roza la tragedia ante el modesto Al Jazira (1-2)

Después de jugar con fuego, de pasar del tiro al blanco a la angustia y de verse acorralado por un equipo que rozó la hazaña ante la pírrica respuesta de su rival, el Madrid sacó la cabeza tras remontar el tanto de Romarinho poco antes del descanso.  Con el meta Ali Khaseif convertido en héroe, el Al Jazira terminó por subirse a las barbas de un equipo que volvió a diluirse hasta caer en los eternos problemas: falta de pegada, errores defensivos y piernas temblonas. De todo eso le rescató Bale al borde del abismo y a tan solo ocho minutos del final. Un tanto que le mete en la final del sábado ante el Gremio.

Acabó el partido y las caras de los jugadores del Madrid seguían desencajadas. A 10 días del clásico, el Madrid amenazó con un petardazo de grandes dimensiones. Todo estaba preparado para el paseo blanco, pero el camino se convirtió en un rampa tan empinada que terminó con el Al Jazira sacándole los colores al conjunto blanco. Ni siquiera los 17 disparos a portería del equipo blanco por uno de su rival pueden rebajar el sofoco que pasó el equipo de Zidane, el gran favorito, que solo respiró con el tanto de Bale.

Ocho oportunidades en 21 minutos

Decía Zidane que no conocía al Al Jazira, pero que en las últimos días le había dado tiempo a empaparse de las, en teoría, escasas virtudes del equipo de Ten Cate. En ese seguimiento del conjunto árabe, quizá alguien se olvidó de Ali Khaseif, el meta del equipo que desquició al Madrid tras abortar todas las ocasiones del equipo blanco en la primera mitad. Ocho oportunidades en poco más de 21 minutos se fueron al limbo gracias a la labor del meta local.

Ni siquiera el problema muscular que sufrió a los 13 minutos y que provocó que el meta suplente comenzara a calentar, le impidió a Ali Khaseif frenar a Benzema, Cristiano y Modric, que veían cómo sus remates acababan en las manos del portero. Pese a la facilidad con que llegaba el equipo de Zidane, la ansiedad se fue adueñando de los jugadores, especialmente de Cristiano, convencido de hacer caja y convertirse en el máximo goleador  del torneo aprovechando la debilidad del rival.

Contragolpe letal

Si el Al Jazira tenía escondida una joya entre los palos de su portería, también contaba con algo que sí se conocía, el contragolpe. Ali Mabkhout y Romarinho comenzaron a meter miedo al ante el asombro general.  Lo que se presumía como una goleada cómoda comenzó a tornarse en uno de esos llamados partidos trampa.

Pudo remediarlo Casemiro, pero su gol de cabeza que dio en la mano de un defensa fue anulado por fuera de juego de Benzema. Eso sí, después de más de tres minutos, que fue lo que duró todo el montaje del VAR. El árbitro no concedió el gol, luego lo dio tras hablar con los asistentes de vídeo y, tras ver las imágenes, lo anuló (m. 30).

Agujeros defensivos

El partido derivó en el sainete entre la falta de puntería del Madrid, las paradas casi circenses  del renqueante Ali Khaseif y los clamorosos agujeros atrás del equipo de Zidane. En uno de ellos, Boussoufa aprovechó un error de Casemiro y un cruce al limbo de Achraf para asistir a  Romarinho, quien ante el asombro general recortó con la izquierda y remató con la derecha para abrir el marcador (m. 41). Sí, era un gol del Al Jazira, el equipo modesto, el que se había sumado a lo que iba a ser un entrenamiento para el Madrid.

El agujero pudo ser mayor si el árbitro no hubiera anulado al inicio de la segunda mitad un gol de Boussoufa por un fuera de juego muy justito. El Madrid entró en pánico, rebajó sus prestaciones respecto a la primera mitad y se limitó a buscar la igualada por el camino más corto. Lo consiguió Cristiano con un disparo cruzado tras un error de Jumaa que no acertó a cortar el pase de Modric (m. 53).

Angustia blanca

El tanto no terminó de mitigar la angustia del Madrid. Benzema cerró su pésima noche con dos disparos al palo y Romarinho ponía de nuevo el nudo en la garganta con un disparo que se marchó fuera. Salieron Asensio y Lucas Vázquez, pero la luz solo llegó cuando Bale, el eterno lesionado salió por Benzema, pitado por el público, e impidió que la BBC volviera a juntarse después de ocho meses. El galés, que volvía tras lesionarse en el encuentro de Copa ante el Fuenlabrada, en el que dio un pase del gol a Borja Mayoral, resultó decisivo al rematar un centro de Lucas que Cristiano intentó tocar de tacón sin éxito (m. 82).

El gol le daba el pase a la final del Madrid, que disputará el próximo sábado ante el Gremio de Porto Alegre, pero no cerraba el sonrojo tras una tarde penosa que se tragó la dinámica positiva del equipo de Zidane tras la goleada al Sevilla, inexistente ante el modesto Al Jazira.      

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