La situación madridista

La metamorfosis de Florentino

El presidente del Madrid abraza las tesis conspirativas de Mourinho

La metamorfosis de Florentino_MEDIA_1

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EMILIO PÉREZ DE ROZAS
BARCELONA

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Que haya ocurrido ante 961 compromisarios, que haya sido una defensa «desquiciada», como reconoció el expresidente Ramón Calderón, que apareciese como contundente respuesta a intervenciones críticas de socios madridistas, no significa que la espectacular y cómplice defensa que Florentino Pérez, presidente del Real Madrid (2000-2006 y desde el 2009 hasta ahora), hizo hace 11 días de su entrenador José Mourinho sea nueva, aunque sí más acalorada que nunca.

Ya el pasado año, en el homenaje a los socios más antiguos, alSenado del club, Pérez suscribió, punto por punto, el glosario de despropósitos protagonizados porMou, desde los virulentos ataques al entrenador del Sporting, el desdén al Málaga, las constantes sospechas sobre el arbitraje español, las insinuaciones de una Liga adulterada, las críticas a las instituciones futbolísticas, a los comités o la autoproclamación como único defensor del club. Ya aquel día supimos que lo que piensaMou, lo piensa y comparte el presidente. Y no solo le sirve de explicación al fracaso deportivo sino que también es una manera de «señorío» e, incluso, de defensa de la imagen del club .

Como recordaba Rubén Uría, en Eurosport.com, poco después de la asamblea, Pérez derrotó a Lorenzo Sanz con un programa cargado de valores universales, ejemplaridad y señorío. Y fue Florentino el que ideó un código deontológico de comportamiento para jugadores, técnicos y ejecutivos, donde el respeto por el adversario sí formaba parte de la cultura del Real Madrid.

IMAGEN DE SOMETIMIENTO / Hay quienes aseguran que el Florentino Pérez forofo que saltó en la asamblea ante determinadas críticas es el auténtico Florentino. «Para mí es absolutamente incomprensible ver a un Florentino desquiciado, convertido en la marioneta de Jorge Mendes y José Mourinho, los auténticos dueños del Madrid», añadió entonces Calderón. «Y me extraña que alguien que ha logrado amasar un imperio y que goza de tanto prestigio en el mundo empresarial, ofrezca esta imagen de sometimiento a dos personas que, desde luego, para nada representan los valores del Madrid».

«Cada uno puede tener en su casa, como mascota, lo que quiera --dijo el socio Rafael Vareos-- pero si uno decide tener un tigre, debería tenerlo atado para que un día no se coma a la hija del vecino o a la suya propia». «Es intolerable -sostuvo otro- que nuestro entrenador se queje de los arbitrajes, cuestione las Champions ganadas por el Barça y acabe agrediendo a un técnico rival. Esto no tiene nada que ver con el señorío, la humildad y la deportividad de nuestro club. Se le han dado plenos poderes, la cabeza del director general, fichajes... al menos que respete los valores del Madrid». «Nuestro principal activo -añadió otro socio- es nuestra imagen y, dándosela en monopolio al señor Mourinho, no sé si somos un buen ejemplo para los niños».

Y apareció el Florentino Pérez más radical, que negó queMouhubiese dañado la imagen del club «o provocado la pérdida de cuota ni nada de lo que algunos intentan convencerles a ustedes a través de la prensa», dijo. Y fue entonces cuando reconoció que el portugués les ha abierto los ojos y demostrado que su manera de defender la entidad «también es señorío». Y añadió que los que critican al entrenador «no van detrás deMoupor el dedo en el ojo. Van detrás del Madrid porque quieren influir».

TRIUNFO ABSOLUTO / Florentino, que ha reconocido gobernar el club a base de encuestas mensuales, triunfó por todo lo alto en la asamblea confirmando que la política victimista y de excusa permanente parece haber cuajado en el Bernabéu. Es evidente que elmourhismoha terminado arrinconando al madridismo y ha fagocitado la vieja manera del señorío blanco. AquelSenado, la última asamblea y el estadio han decidido compartir la espectacular metamorfosis de su presidente, que, de inmediato, recibió de su fiel escudero la mayor de las recompensas: «Es posible que el Madrid tenga algún día un entrenador mejor que Mourinho, pero nunca tendrá un presidente mejor que Florentino».