CIUTAT VELLA

El Espai Avinyó, un motor contra la diferencia

La entidad, fundada en el 2011, se consolida como lugar de reflexión sobre la diversidad

Espectáculo escénico de danza india en la sala Hiroshima, hace unos días, organizado por Espai Avinyó.

Espectáculo escénico de danza india en la sala Hiroshima, hace unos días, organizado por Espai Avinyó.

ANNA ROCASALVA

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La calle de Avinyó tiene siglos de historia. La vía formaba parte del margen occidental de la antigua ciudad romana de Barcino y en su confluencia con la actual calle de Ferran se encontraba la Porta Principalis Dextra. Casualidades del destino, muy cerca de esta antigua entrada se ubica hoy Espai Avinyó (Avinyó, 52). Es una nueva y metafórica puerta de entrada a la ciudad; un lugar donde se celebra la diversidad cultural que, desde hace siglos, caracteriza la sociedad catalana.

Creado en el 2011, Espai Avinyó es un proyecto que forma parte del Programa BCN Interculturalidad, con el apoyo del Consorci per a la Normalització Lingüística, y cuyo objetivo es ofrecer una programación cultural basada en el reconocimiento de la diversidad. "Trabajamos en base a tres principios -explica la coordinadora del Programa BCN Interculturalidad, Cristina Velásquez-: la interacción positiva, el principio de igualdad y el reconocimiento de la diversidad". Con este leitmotiv, se organiza una programación trimestral, llena de eventos gratuitos, como mesas de debate, actividades artísticas, talleres e itinerarios por la ciudad. "También trabajamos el uso social de la lengua catalana -comenta la técnica de Espai Avinyó, Alba Tarroc- intentando que las actividades se hagan en catalán".

Debates multiculturales

"La gran novedad del año recién terminado fue la creación de un ciclo llamado Diálogos universales, miradas diversas", continúa Tarroc. Estos consisten en que varias personas de distintos contextos culturales debatan sobre un tema universal, normalizando la interculturalidad y alejándola del exotismo. "Se trata de plantear un tema global y que participe una señora de Nou Barris, un joven gitano y un hombre de Camerún", ejemplifica la comisionada de Inmigración, Interculturalidad y Diversidad, Lola López.

"No es una foto del Benetton"

Tras siete años de trayectoria, las trabajadoras atestiguan la buena acogida que ha tenido Espai Avinyó entre el público, que se ha fidelizado y se ha ampliado. "Tienen mucho éxito las visitas a los distintos centro de culto de Barcelona y los itinerarios que organizamos por los barrios de la ciudad", explica Velásquez. "Da la sensación de que muchas personas han podido encontrar un espacio seguro donde hablar de cosas de las que normalmente no se habla", comenta Tarroc. "Por ejemplo, cuando planteamos el tema del holocausto gitano se notaba que había una necesidad de hablar de esa discriminación histórica", agrega la técnica de Espai Avinyó.

Gitanos y religión

Este último tema es precisamente una muestra de la evolución de Espai Avinyó, que empezó siendo un proyecto muy vinculado al colectivo migrante y que, hoy en día, también incluye nuevos conceptos sobre orígenes culturales diversos, la cultura gitana y el pluralismo religioso. "La diversidad cultural y religiosa de Barcelona no tiene por qué estar siempre vinculada a la inmigración -afirma López- porque la identidad catalana es intercultural en sí misma".