CIUTAT VELLA

Golpe de volante al 'vintage'

El Retro Auto Moto Museo muestra 35 coches y 50 motos 'retro' en Sant Pere Més Alt

Una de las salas del nuevo museo de coches 'retro'.

Una de las salas del nuevo museo de coches 'retro'.

CARME ESCALES

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Valdimir Spiridonov (Kemerov, Siberia, 1955) compró su primer coche clásico en 1992. En 1995, vino como turista a Barcelona, y le gustó. En el 2012, tenía ya una treintena de vehículos de colección, todos anteriores a los años 60 del pasado siglo, y abrió un museo en la ciudad rusa de Chelyabinsk. Aquel mismo año, con casa ya en España, se hizo con varios vehículos aquí, para exponerlos allí.

"Me sorprendió mucho que en Barcelona no hubiera, como en otras ciudades españolas, un museo de vehículos retro", comenta Spirdonov. Y él mismo se ha ocupado de arreglarlo. En el 2013 empezó a preparar la colección que, desde el 1 de abril pasado, se puede visitar en el número 41 de la calle de Sant Pere Més Alt. Es el Retro Auto Moto Museo (RAMM), una exposición que reúne 35 coches y 50 motos, fabricados antes de los años 60. El más antiguo data de 1897.

De Kazajistán

"Son de marcas ya desaparecidas, cuyas fábricas fueron absorbidas o cerraron, pero fueron vehículos muy preciados", explica el director de este peculiar museo de Ciutat Vella, Vitaly Sobchuk. Él nació en Kazajistán, pero reside en Barcelona desde el 2000. Es ingeniero mecánico y ahora da la bienvenida en la muestra de vehículos, que ocupa tres plantas de lo que en su día fue una fábrica textil.

"El día que lo inauguramos, se me acercó un señor y me contó que su padre había sido el dueño de la fábrica. Se emocionó viendo su nuevo uso". El espacio expone coches franceses, ingleses, rusos, norteamericanos, y alemanes. También de Hungría, de Ucrania y de la República Checa. Abre todos los días del año. La entrada cuesta ocho euros, (cinco para los menores de 10 años y gratis hasta los 3). Entrar en el edificio es viajar a lo más retroy supone una oportunidad de imaginar la vida y el trabajo que se habían respirado entre esos muros fabriles del barrio de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera.

Sintonía con el barrio

Cada vehículo del RAMM guarda un pedazo de historia detrás. Como la de los encargados de un almacén italiano de repuestos de coche, que con piezas de unos y otros montaron dos prototipos únicos. Uno de ellos, un Isotta Fraschini, se expone ahora en el museo de Ciutat Vella.

A la entrada, un curioso quiosco permite comprar vehículos retro y revistas y objetos que recrean útiles mecánicos de la época. "Una época que coincide con la construcción del Palau de la Música, a unos 100 metros del RAMM. El 70% de cuyos vehículos son del periodo modernista", compara Joan Ramon Bagés, encargado del espacio museístico, que el viernes, 27, acogerá un concierto de Inaudits.