PASO POR PASO

¿Qué son los aerosoles y cómo influyen en el contagio del covid?

destacado grafico aerosoles covid-19 coronavirus

destacado grafico aerosoles covid-19 coronavirus / ALEX R. FISCHER

Alex R. Fischer / Valentina Raffio

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Ahora mismo, mientras lees estas líneas, estás inhalando y exhalando aire. No lo puedes ver, pero a tu alrededor estás creando una nube de aerosoles; unas partículas minúsculas, inferiores a 100 micras, que se pueden quedarse flotando en el aire varias horas. Como un humo sin olor ni color. En circunstancias normales, esta anécdota serviría para amenizar una conversación con curiosidades científicas. Pero en plena pandemia de covid-19, entender este concepto podría ser la clave para frenar los contagios.

Imaginemos un paciente infectado por este virus. El patógeno solo tiene tres maneras se saltar de una persona a otra (porque, a diferencia de lo que se cree, estos ‘bichos’ no tienen capacidad por moverse por su cuenta). La primera estrategia es la más inmediata; los virus pueden utilizar las gotas de saliva a modo de proyectil. ¿Ventaja? Al ser relativamente grandes, pueden albergar un buen puñado de virus. ¿Desventajas? Que solo infectan si aciertan directamente en ojos, nariz o boca. Y que caen rápidamente por su propio peso.

La segunda vía de contagio son las superficies. Es allí donde, refugiado en las gotas de saliva expulsadas en el paso anterior, el virus se queda apalancado en un espacio durante un tiempo. En este caso, solo lograría infectar en caso de que una persona lo tocara y justo después se frotara los ojos, nariz o boca. Si no, ‘moriría’ al cabo de unas horas.

La tercera vía de contagio es la menos obvia pero la más importante. Se trata, cómo no, de los famosos aerosoles. Estas minúsculas partículas pueden quedarse suspendidas en el aire durante horas. Más en un espacio cerrado y sin ventilación. En estos entornos, cuanto mayor sea la cantidad de personas y mayor sea el ímpetu con el que hablan (gritan o cantan), más se impregna el aire de estas partículas. José Luis Jiménez, uno de los máximos expertos del mundo en aerosoles, explica que la transmisión aérea podría estar detrás de más del 75% de los contagios de covid-19.

Medidas de prevención

Las medidas aplicadas hasta la fecha para frenar la expansión del virus intentan, cada una a su manera, minimizar el riesgo en cada una de estas vías de contagio. Por ejemplo. Mantener dos metros de distancia entre personas evitaría que las gotas de saliva saltaran de una persona a otra. Pero, por lo contrario, mantener la distancia de seguridad sin utilizar mascarilla no evitaría la difusión de los aerosoles.

El correcto uso de mascarillas, junto a la distancia de seguridad, ayudaría a minimizar el riesgo de contagio. Estas prendas sanitarias ayudan tanto a bloquear las gotas de saliva más grandes como a minimizar la fuga de aerosoles. Eso sí, las prendas tienen que ser de un material de calidad (preferentemente homologado) y estar bien ajustadas a la cara para que realmente funcionen.  

Entornos de riesgo

La regla de oro para entender los aerosoles es imaginarlos como humo. Al visualizarlos así queda claro por qué los espacios cerrados y sin ventilación son entornos de riesgo. Cuanta más gente haya fumando y menor sea la posibilidad de mover el aire, más neblina quedará el aire.

La cantidad de aerosoles expulsada puede variar en función de la actividad. Cada gotícula de saliva que exhalamos sale acompañada de más de 1.000 aerosoles. Pero cuando mayor sea el ímpetu con el que se expulsa, mayor es la cantidad de aerosoles que se genera. Por poner un ejemplo, al gritar se liberan 50 veces más partículas que estando en silencio.

La importancia de la ventilación

La clave para deshacerse de los aerosoles es evitar que estos impregnen el aire durante mucho tiempo, sobre todo en espacios cerrados. Esto se puede lograr o bien ventilando el espacio. O bien filtrando el aire. La alternativa es trasladar las actividades al exterior, donde el 'humo' de partículas se disipa más fácilmente.

Mariano Zafra y Javier Salas ya han explicado en 'El País' cómo se contagia el virus en un salón, un bar y una clase. Ahí van unos ejemplos más de cómo se transmite el virus en función del lugar, la ventilación y el comportamiento de la gente.

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