LA TENSIÓN EN ISRAEL

El Giro prepara un plan B por si no pueden salir de Israel

La organización esperará hasta última hora, pero si el conflicto aumenta los ciclistas partirán del sur de Italia

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Sergi López-Egea

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La organización del Giro de Italia ya trabaja con un plan B ante la posibilidad de que aumente el conflicto en Israel y las protestas palestinas, tras reconocer Donald Trump a Jerusalén como capital del Estado hebreo, recomienden la cancelación de la salida de la prueba en Jerusalén, prevista para el 4 de mayo del próximo año. El Giro y el Gobierno israelí, a través de su infraestructura deportiva y turística, han firmado un acuerdo para que la carrera parta de la histórica ciudad y recorra tres etapas, de punta a punta, por todo Israel para mostrar las imágenes turísticas del país, a través de la señal televisiva, que se retransmitirá a 200 países.

La dirección del Giro, en una información recogida por 'Velonews', la web estadounidense especialista en ciclismo, esperará hasta el último momento para mantener el compromiso con Israel y cualquier decisión en contra se tomará siempre siguiendo las directrices del Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno de Roma. "Hay un plan B pero no se asumirá hasta última hora", afirmó también Mauro Vegni, director del Giro, a 'La Gazzetta dello Sport'.

Las dos opciones

Por lo tanto, y según estas informaciones, el Giro contempla dos opciones para reemplazar a Israel, si se da el caso. Una seria partir desde la región de la Puglia, en la punta de la bota de Italia, y desde allí, a través de tres etapas llegar a Catania, en Sicilia, donde está previsto que se reanude la carrera el 8 de mayo, tras tres etapas por Israel y una jornada de descanso para tener a punto toda la infraestructura tras el traslado desde Oriente Próximo. Una carrera como el Giro mueve alrededor de 2.000 personas, entre equipos, miembros de organización, medios informativos, publicitarios y personal de seguridad.

La otra vía pasa por iniciar el Giro directamente en Sicilia y permanecer en la isla prácticamente una semana, con el aliciente, contemplado ya en el recorrido oficial, de la ascensión al volcán Etna.

Desde que Trump reconoció a Jerusalén como capital de Israel se están produciendo protestas palestinas y enfrentamientos con la policía. Palestina siempre ha confiado en tener un estado propio cuya capital sea Jerusalén Este, invadida por Israel en 1967. El gesto del presidente de Estados Unidos está considerado como un freno a sus aspiraciones.

Los líderes italianos

Israel lleva tiempo intentando conseguir que un evento deportivo de carácter internacional pueda celebrarse en su país y por ello inició una negociación con el Giro hace ya varios años, según ha reconocido en las redes sociales Angelo Zomengnan, exdirector del Giro y el periodista que cubrió para 'La Gazzetta' los cinco triunfos de Miguel Induráin en el Tour, quien ha explicado que mientras él era el responsable de la prueba jamás contempló la posibilidad.

Nabali es el jefe de filas del Bahréin y Aru lidera el equipo de los Emiratos Árabes Unidos

Se da la circunstancia, además, de que las dos principales figuras del ciclismo italiano, Fabio Aru (tiene confirmado el Giro en su programa) y Vincenzo Nibali (todavía no ha decidido los planes deportivos para el 2018) corren en equipos con capital árabe. Aru es el jefe de filas de la escuadra de Emiratos Árabes Unidos y Nibali lidera el Bahréin, lo que puede ser otro problema para los organizadores de la 'carrera rosa'.

Diversas fuentes periodísticas de Tel Aviv cifran en unos 10 millones de euros la inversión de Israel para conducir al Giro a su país. Chris Froome será el gran aliciente de la carrera.