entrevista con la Cantaora afincada desde el 2004 en Sant Pere de Ribes

Amparo Sánchez: «El clima en el Garraf hace la vida agradable»

En su población de acogida 8Amparo Sánchez, en la plaza de la Església de Sant Pere de Ribes.

En su población de acogida 8Amparo Sánchez, en la plaza de la Església de Sant Pere de Ribes.

CARME ESCALES / Sant Pere de Ribes

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Acaba de regresar de Alemania, donde viajó a presentar su último trabajo Alma de cantaora, y su maleta ya estaba, de nuevo, a punto para volver a embarcar. Esta vez con rumbo a su concierto en Aranda del Duero. El viaje forma parte de la vida de esta cantante que nació en Alcalá la Real (Jaén), se crió en Granada, vivió un tiempo en Madrid y, en el 2004 se instaló en el Garraf. En Sant Pere de Ribes ha construido su hogar. Tal como le dijo Yolanda, su amiga granadina de la infancia, cuando la vino a visitar a la costa catalana: «Aquí has hecho realidad la casa que siempre dibujabas de niña, una casa en un entorno de árboles y montañas».

-¿Le costó encontrar el lugar donde levantó la casa de sus sueños?

-No. Yo sabía que quería vivir cerca del mar y, aunque en Barcelona tenía muchos amigos músicos, mi idea era comprar un terreno para construir mi casa de madera, ecológica y autosuficiente, y mi estudio, donde no molestara a nadie con los ensayos. Y un día, unos amigos del Garraf me dijeron que se vendía una parcela. La vine a ver y, cuando vi el algarrobo que había en medio de la finca, supe que aquel era el lugar.

-¿Por qué su vivienda es autosuficiente?

-Las placas solares que, a pesar de habernos dejado alguna noche a la luz de las velas o habernos tenido que ir a duchar a otra casa, nos ha enseñado a aprovechar y a gestionar de manera sostenible los recursos naturales. Mis dos hijos han crecido aprendiendo este modo de vida, conscientes de la importancia del respeto de los recursos, la luz, el agua, y de la colaboración que requiere por parte de cada uno.

-En su finca (a un kilómetro de Sant Pere de Ribes), vive y trabaja.

-Sí, aquí tengo mi estudio, también de madera, con muy buena acústica porque tiene un techo alto. La voz necesita un lugar así de especial. Tengo el estudio lleno de objetos de países en los que actúo, instrumentos y carteles. La parte creativa de mi trabajo la hago en el Garraf y trabajo con músicos de Sitges y Vilanova.

-¿Qué le aporta el entorno natural del Garraf a su vida y a su música?

-Ufff, es un bálsamo. Cuando llego en avión y veo las montañas del Garraf, me alegro de estar en casa. Agradezco muchísimo poder disfrutar de este entorno, mi huerto, mis árboles frutales y mi algarrobo, que nos protege junto a los animales (perros y gato). Siento orgullo de haber creado esto de la nada.

-¿De qué lugares del Garraf disfruta más?

-De muchos, como los senderos para caminar o ir en bici en el Parque Natural del Garraf, donde además está el centro tibetano, en un lugar interesante y enigmático. Me gustan mucho las playas de Aiguadolç y Terramar, en Sitges, y la del Far de Vilanova, más familiar, para ir con la tortilla y la sombrilla. Disfruto más de la playa en invierno, porque en verano viajo más. Pero como el clima en el Garraf te hace la vida agradable..., incluso celebramos el fin de año en el jardín.

-¿Suele actuar en el Garraf?

-Sí. En La Cava del Retiro, en Sitges, y en La Cova de Vilanova, donde paso noches mágicas. Y colaboro con el centro cultural GER de Sant Pere, en su festival anual antifascista.

-¿Dónde actúa próximamente?

-El 8 de junio, en el festival Bioculturas, en Cerdanyola. En la web: amparosanchez.info, se anuncia todo.