El TNC se convirtió en un gran restaurante lleno de estrellas

Los mejores chefs del país animaron el Sopar de l'Any con 10 creaciones

Cocineros y ayudantes saludan a la cámara. En primera fila, Ferran Adrià junto al pastel que le dedicaron sus colegas por su 51º aniversario

Cocineros y ayudantes saludan a la cámara. En primera fila, Ferran Adrià junto al pastel que le dedicaron sus colegas por su 51º aniversario / periodico

FERRAN IMEDIO / Barcelona

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La imagen recordaba a aquellas fotos de los entrenamientos del Barça, en los que Rijkaard, Guardiola, Tito, permanecen inmóviles mientras los jugadores aparecen difuminados en pleno esprint. La noche del martes, en el Teatre Nacional de Catalunya, los Rijkaard, Guardiola, Tito eran los 10 cocineros (¡casi un equipo de fútbol!) que dirigían el Sopar de l'Any con el gesto quieto; aquel frenesí de camareros y bandejas a su alrededor estresaba a cualquiera menos a ellos. Lo tenían todo controlado porque habían trabajado mucho y bien por la mañana, habían acudido con sus jefes de cocina (sus segundos entrenadores) y se beneficiaron del excelente trabajo logístico previo de Grup GSR.

Jubany era la excepción; su hiperactividad le permite dirigir el cotarro cual director técnico, subir y bajar por el ascensor el arroz cremoso con guisantes, múrgules y fuagrás, y preparar un rancho de fideos a la cazuela para sus compañeros que casi les hizo llorar del gusto.

"Es una fiesta que no nos queremos perder nunca porque pocas veces los chefs tenemos la ocasión de encontrarnos todos a la vez", decía Albert Adrià, quien no dudó en acudir al TNC a pesar de que tenía a Tito Vilanova cenando en el Tickets. Es cierto lo del buen rollo entre 'superchefs'. Vean el ejemplo de su hermano Ferran, que no preparó ningún plato aunque cuenta como el cocinero número 11 --o el número 1-- y ejerció de presidente de honor del club de los mejores cocineros. El genio de El Bulli cumplía el martes 51 años y sus colegas le hicieron un pastel mientras en la Sala Gran los invitados aplaudían el éxito de El Celler de Can Roca, el mejor restaurante del mundo.

También cumplió Carme Ruscalleda, de vacaciones y a la pata coja porque se operó del pie izquierdo hace dos semanas. Igual que Joan Roca, Paco Pérez, Fina Puigdevall, Carles Tejedor, Mey Hofmann y Christian Escribà, la 'mestressa' del Sant Pau decía estar "encantada" de volver a cocinar para algo más de 600 personas mientras se abrazaba con Gaig para una foto. Posaron quietos, sonrientes, tranquilos, ajenos a la agitación a su alrededor.