Mi pareja recibió recientemente una llamada de un hospital en la que le comunicaban que, debido a los recortes en sanidad, cierta prueba a la que tenía que someterse tendrá que ser aplazada hasta septiembre y, por tanto, los resultados no estarán disponibles hasta enero próximo. A continuación, oí que el señor Duran Lleida afirmaba que la situación de la sanidad catalana era insostenible en términos económicos. ¿Insostenible? Lo que es insostenible son unos políticos que recortan en sanidad y educación, los pilares del bienestar, y que ni siquiera se plantean aplicarse a sí mismos la austeridad que nos exigen a los ciudadanos día a día, recorte tras recorte. ¿Habrá recorte de los sueldos de los diputados y de los ¿consellers¿ del Govern? Ni una palabra al respeto. ¿Se reducirán drásticamente los coches oficiales? No se ha dicho nada. ¿Se acabarán los viajes, desplazamientos y otras actividades superfluas a expensas del contribuyente? No. Si hiciéramos una auditoría imparcial y minuciosa del coste real que supone la clase política catalana y española, quedaría demostrado que donde hace falta recortar y aplicar austeridad es en los gastos abusivos derivadas de los altos cargos y miembros de los gobiernos. Basta de la política del coche oficial, de comidas pagadas, del asesor, del cargo de confianza, de la subvención a la empresa del amigo o familiar, de las pensiones vitalicias por escaso tiempo trabajado, y sobre todo, de la política del "todo incluido". Se nos ha vendido siempre la mentira de tener que mantener la dignidad de los altos cargos y de los diputados (coches oficiales, dietas, viajes en primera clase). Pues, no; un diputado y un alto cargo cobran un salario más que considerable por su tarea. La dignidad se gana, y viendo el aspecto desértico de las sesiones del Congreso de los Diputados día detrás día, nuestros altos cargos, especialmente los diputados, no parecen tener dignidad. Recuerdo otras palabras del señor Duran, hace un año, sobre si se pretendía que los diputados fueran ¿pobres". No, señor Duran. Lo que queremos son diputados y políticos que trabajen. Reducir drásticamente los salarios y complementos de los políticos, recortar sus privilegios, controlar mejor su actividad, imponer transparencia total en su gestión, eliminar pensiones vitalicias y ligar su salario a la actividad realizada; estos son los temas tabú. Hagamos que quien aspire a un cargo político lo haga por vocación, por capacidad, por formación y por profesionalidad, y no para asegurarse una posición, hacer prosperar sus intereses particulares y vivir de rentas. Esto sí que es insostenible.
Si quiere debatir sobre este tema, escríbanos aquí
Envía una carta del lector, opina sobre la actualidad y haznos llegar testimonios, denuncias y sugerencias para publicar en la edición impresa y en la web.
MOVILIDAD - Alessandro Malfatti (Barcelona)
SERVEIS - Enric Alfonso (Salou)
BARCELONA - José María Mateo (Santa Coloma)
ACTUALIDAD - Pablo Fuentes (Valladolid)
POLÍTICA - Antoni Tort (Barcelona)