Martes, 20 de septiembre del 2011 Maria Lluïsa Garcia Guixé (Cardona)

Soy una de las muchas personas que en Cardona está trabajando para poder mantener unos derechos mínimos y básicos, de los que ni siquiera deberíamos hablar. No es la primera vez que se habla de perder servicios, en este caso sanitarios, pero me gustaría que fuera la última. Me pregunto si el ¿conseller¿ de Salut, Boi Ruiz, sabrá lo que representa para un colectivo alejado de los centros sanitarios, donde hasta ahora se les ha garantizado una cierta calidad de vida, pasar a casi la nada. El señor Ruiz puede que no oiga el clamor diario de muchas personas mayores que temen que si los servicios médicos no los atienden con rapidez pueden estar ante un desenlace fatal. El señor Ruiz no debe de haber sufrido nunca un accidente y sentir la imposibilidad de ser atendido. Tal vez no haya llamado nunca al 061 y tener que responder a muchas preguntas antes de que acuda un médico o una ambulancia, a veces, demasiado tarde. Probablemente, tampoco el ¿conseller¿ percibirá a menudo la impotencia de los más vulnerables. No quiero hablar de datos económicos, ya que en este apartado el Govern los conocerán todos y, al contrario, para los ciudadanos corrientes es muy difícil tener acceso a ese tipo de documentación. Pero estos recortes no constituyen un problema de dinero. Los recortes son, simplemente, una barbaridad. Y encima nos quieren hacer creer que supone una mejora para nuestro bienestar. Boi Ruiz sabe que esto no es cierto, y nosotros sabemos que a pesar de las carencias del sistema actual, tenemos a alguien que cuida de nosotros: en el CAP de Cardona (Cardona-Montmajor) estamos muy bien atendidos por el personal sanitario, y las ambulancias llegan a tiempo. Ante estos recortes, incluso los más sensatos estamos tentados de recordar aquella frase de Georg Christoph Lichtenberg que dice: ¿Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto¿. Los ciudadanos empezamos a estar cansados de tantas cosas básicas que, en nombre de la crisis, nos están recortando.

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