Dudo de que haya alguien tan crítico con el sistema de salud público del Estado español. Dispongo de una mutua privada (de la que no tengo ninguna queja), pero la causalidad me convirtió en usuario, dos veces en una semana, del servicio tan criticado y despreciado por muchos, las urgencias del Hospital Comarcal de Blanes. Después de una intervención quirúrgica sin aparente importancia que le hicieron a mi madre, me vi obligado a llevarla a urgencias por una complicación posoperatoria debido a un derrame interno y perforación de intestino. La operaron dos veces en menos de tres horas. El resultado fue más que satisfactorio, se recupera y podrá hacer vida normal. Las coincidencias hicieron que yo tuviera programada una operación de triada (ligamento cruzado, menisco y lateral interno de la rodilla) a los dos días de la intervención de mi madre. Todo salió bien, pero cualquier intervención tiene su riesgo. Al tercer día de la intervención mi traumatólogo me recomendó que fuera a urgencias, en Blanes. Había peligro de un trombo posoperatorio, que podía haber sido fatal. Entré en urgencias, donde el trato humano y profesional de todos el trabajadores (las chicas de recepción, los celadores, las enfermeras, la médica de guardia, el traumatólogo y los técnicos de ecografía y radiología) fue de primera. Seis horas después salí con las pulsaciones por debajo de las 120 con que entré, con una diagnosis perfecta. Esto me motiva para pedir que todos valoremos algo más el trabajo de estos profesionales, que cada vez con menos recursos y pese a los recortes de sueldo, están las 24 horas del día a nuestro servicio
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