El señor Juan Rosell ha manifestado que los parados encuentran trabajo justo antes de agotar la prestación por desempleo y que deberían aceptar cualquier trabajo. Desde el punto de vista de un parado que se ha inscrito en todas las ofertas publicadas y ha efectuado visitas a infinidad de empresas, y que solo ha obtenido negativas -porque su currículo es alto para unas ofertas o porque, cuando es apto para otras, cubren la plaza con personal mucho más calificado- estas afirmaciones son un insulto. Después de dirigir el departamento de calidad de una empresa, de montar la mía propia, de trabajar como asalariado en otra, de pasar por infinidad de ETTs como supervisor de departamento, busco trabajo de lo que sea: basurero, limpiador...Me siento insultado por ese señor, pero qué más da: supongo que debemos irnos acostumbrando a un giro social y aceptar lo que venga, aunque uno sea el ahijado de la madre de la vicepresidenta del Gobierno.
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