Viernes, 1 de julio del 2011 Eduardo Castells Cuch (Médico jubilado. Barcelona)

El presidente de la Generalitat y el conseller de Salut han criticado a los médicos y al personal sanitario por que, según ellos, ante los recortes solo piensan en su propio interés. La sanidad, tanto en Catalunya como en toda España, está considerada como muy buena por los ciudadanos y por los propios políticos, debido a la calidad de los profesionales de la salud, ahora criticados por los señores Mas y Ruiz. Quien ha trabajado en la sanidad sabe que los recortes afectarán a los enfermos y a los trabajadores del sistema. Solo faltaría que estos no luchasen por sus derechos. Y esto ocurre cuando estos profesionales son los peor pagados de Europa, con la excepción de Grecia, y ahora se les ha rebajado el sueldo un 8%. Estudios hechos por publicaciones especializadas indican, por ejemplo, que en EEUU un cirujano cardiaco gana una media de un millón de dólares al año, una cifra desconocida en España. Hay una gran desviación presupuestaria. ¿Qué hay que hacer? ¿Aumentar los ingresos (más financiación o copago) o disminuir los gastos? En cualquier caso, se pueden hacer muchas cosas antes de reducir la calidad de la asistencia: control de las tarjetas sanitarias de los inmigrantes, disminución de la burocracia, evitando duplicidades como la de la Conselleria de Salut y el ICS, y de los conciertos privados; estimular el rendimiento; devolver parte de la gestión a los CAP; potenciar el trabajo asistencial; suprimir gastos en transporte, urgencias y medicamentos, y reutilizar el material desechable en buen uso. No se puede descalificar a los profesionales sanitarios injustamente. Ellos son el pilar del sistema.

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