Jueves, 19 de abril del 2012 Guillem Carreté (Blanes)

Es de sobras conocido que vivimos en un sistema productivo, donde quien no genera ganancias, no produce, no interesa. Este es el primer pensamiento que tiene el sistema hacia aquellos estudiantes que en la ESO no son capaces de seguir el currículo, y que además descontrolan las clases, así que los apartan. La UEC (unidad de escolaridad compartida), en cambio, pretende que estos menores que están en pleno aprendizaje, a través de unos planes casi individualizados, puedan formar parte del sistema. Les dan la oportunidad que este no les quiere dar, evitando así que puedan convertirse en excluidos sociales. Pero nuestro ayuntamiento de Blanes vuelve a cubrirse de gloria y decide que este será el último año de la UEC en nuestra población. Ejerce de sistema y decide no gastarse ni un céntimo en unos chicos que no producen, y a los cuales, cuando sean mayores de edad, ya les dará un bocadillo y un billete de bus hacia otra población. Eso sí: tenemos un pabellón precioso.

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